Versos

"Yo no protesto pormigo porque soy muy poca cosa, reclamo porque a la fosa van las penas del mendigo. A Dios pongo por testigo de que no me deje mentir, no hace falta salir un metro fuera de la casa para ver lo que aquí nos pasa y el dolor que es el vivir." (Violeta Parra en Décimas, autobiografía en versos)

viernes, 29 de noviembre de 2024

Querido Marc

 


Querido Marc:

Primero, disculpa si mi llanto te hace más difícil partir hacia el lugar feliz que siempre buscaste. No lo puedo evitar, mi buen amigo.

Entre el dolor, la confusión y la incredulidad, no sé bien quién o quiénes son los sujetos de este rito fúnebre, si eres tú o lo somos quienes nos quedamos para extrañarte siempre. No importa, porque de todas maneras esta no es mi despedida, sino la invitación a que me acompañes siempre desde el plano en el que ahora estés haciendo reír a los demás con tu ingenio y buen humor.

Me quedo con las ganas de que hubieses vuelto de vacaciones en enero de 2025 para el cumpleaños de tu mamá, porque en noviembre de este año vencía tu visado. Me quedo con esa imagen que añoré desde que te fuiste del trabajo, de que nos volvieras a visitar como hacen los que renuncian o jubilan, me quedo con el anhelo de volver a saludarte y darte un fuerte abrazo, amigo. Yo ya te echaba de menos y justamente fue ese el último mensaje que te envié y nunca sabré si lo alcanzaste a leer. I miss you my friend, let me know when you’re back.

Yo me siento en esa frase tan manoseada de “no poder despertar de una pesadilla”, de conocer por primera vez en carne propia lo que es perder a un amigo, su voz, su energía y esa alegría que produce saber que alguien aún se acuerda de uno. Es esa impotencia de no poder ser Dios y llevar el tiempo atrás la que siento, de que ya no hay nada más que hacer, de que todas las esperanzas se han agotado. No sé cuánto tiempo dure esta pena, pero por más que lo pienso, aunque pase mi vida entera tú ya no vas a estar físicamente nunca más y eso no tiene consuelo posible.

Marc, o Marc Antoni, como te llamé, gracias por ser un muy buen amigo y colega, por no tener prejuicios, por querer mantenerme presente en tu vida más allá de las fronteras y la distancia. Desde mi corazón te pido las disculpas que pude haber quedado debiendo y acepto las tuyas porque sé que nunca puede haber rencor entre dos amigos, ni en la vida, ni en la muerte. Me quedo, también, con tu cuchara y taza de té, con el “Gracias al Señor”, con el Siguienteeeeee que irritaba a algunos, con las veces en que nos conseguíamos bolsas de té porque evidentemente ahí nació nuestra amistad, con todas las mañanas en que me desperté con tus saludos en el Whatsapp, con las aventuras que me contaste, con tu pasión taurina por la vida y las fiestas, con tu determinación, con la palabra “feliz” que me repetiste cuatro veces al contarme cómo te sentías en Australia, y por lo mismo, con ese horrible presentimiento de que no volverías nunca más, con el “Buena, Dieeeeeeeego, ¿cómo estai?, ¿cómo va la cosa por allá?”, con la gentileza que siempre ofreció tu sonrisa, con tu parecido al Escudero, con los paseos en bicicleta, con todo lo que iré recordando en el camino del duelo y con la bonita experiencia de haber coincidido en esta vida.

Anda, amigo Marc, ahora que ni las fronteras, el tiempo, ni el espacio existen en tu plano, a conocer todos los lugares que no alcanzaste en éste; el Sudeste asiático, Japón, Nueva Zelanda, Dubai, Hong Kong y más. Ya cruzaste la última de las fronteras, ya no hay nada que te pueda detener.

Con cariño y lealtad, tu doliente amigo Diego.

sábado, 2 de noviembre de 2024

Opinión: Un animal salvaje por Joël Dicker


Sigo con la fiebre por Joël Dicker, quien en 2024 publicó la novela Un animal salvaje, una novedad en todo sentido. Menos personajes, menos páginas pero con la calidad y talento de siempre.

Esta especie de matrioshka comienza con el acto de voyerismo que se ve en la portada de la edición de Alfaguara, donde Greg, un agente policial de Ginebra se detiene en la mitad de su corrida a mirar la casa sin cortinas de la familia Braun, compuesta por Sophie, su marido Arpad y dos hijos. Greg, por su parte, está casado con Karine y forman una familia de clase media, ambos trabajan y viven en lo que despectivamente se denomina La Verruga, un villorrio más humilde que el de sus vecinos acomodados. Ambos matrimonios terminan conociéndose y van uniendo peligrosos lazos de amistad, envidia y deseo, al punto de que nada ni nadie es quien aparenta ser en su presentación. En paralelo, un par de ladrones planea el atraco a una joyería en el centro de la ciudad.

Esta entrega se lee a un ritmo vertiginoso, cada página es un nuevo elemento que no admite pausas ni descansos y hace que nos planteemos por qué aún Netflix o Hollywood no firman contrato con Joël Dicker para obtener el guión de un thriller. Sin necesidad de banda sonora, Un animal salvaje crea el ambiente de suspenso necesario para recrear en la imaginación del lector la cadencia y percusión de tambor redoblado. Todo esto, dentro de un contexto de falsas apariencias, secretos, pasiones, arribismo y corrupción.

Ya de manera directa, Joël Dicker ingresa en el mundo de los negocios, del fraude tributario, el blanqueo de capitales y las argucias más impensadas. También, se ve a un autor más maduro que va evolucionando en los temas conforme su público de La verdad sobre el caso Harry Quebert va creciendo junto a su literatura, incursionando, por ejemplo, en el erotismo y los desafíos de los matrimonios.

Es una de las más gratas sorpresas literarias del año 2024, un redescubrimiento y reversión de Joël Dicker, que ha dejado atrás la novela de extensos personajes y páginas para centrarse en la complejidad humana, en sus encrucijadas, dilemas éticos y la vida adulta de Occidente. Además, deja Estados Unidos y narra desde su Europa natal, entre Ginebra, Londres, Saint-Tropez, La Toscana, etc. trayendo a las estanterías una buena oportunidad de volver a leer de una sentada o de un único atraco.

Esta novela está disponible en formato de libro electrónico.






Opinión: La desaparición de Stephanie Mailer por Joël Dicker

 


El año 2018, la promesa de la novela criminal, Joël Dicker, lanzaba una nueva entrega a las estanterías, continuando en los parajes de la costa de Estados Unidos. Se trataba de “La desaparición de Stephanie Mailer”, un denso thriller que conformó un ladrillo más en el muro de su incipiente obra.

El año 1994, el equipo de la policía local de Orphea en Los Hamptons, Estados Unidos, conformado por Jesse Rosenberg y Derek Scott cerraba uno de los casos más enigmáticos de su época: el asesinato del alcalde Brown, toda su familia y una testigo que corría por el sitio del suceso. Sin embargo, décadas más tarde, la periodista Stephanie Mailer asistiría a la ceremonia de despedida de Jesse Rosenberg de la policía para comunicarles que habían errado de asesino en el caso Brown. Acto seguido, Stephanie desaparece sin dejar demasiados rastros. A partir de ese momento, se abren dos líneas investigativas: el paradero de la periodista y el verdadero asesino de la familia Brown.

Como es de esperar en una novela de más de 600 páginas, abundan los personajes y los saltos temporales, lo que permitirá abrir un espectro de escenas, hechos y motivos que harán perder al lector la trazabilidad sobre el responsable de los crímenes del apacible burgo de Nueva York. Cada cierta cantidad de páginas van cambiando las líneas argumentativas y narrativas, lo que tiene la ventaja de no aburrir ni volver monótono el relato, aunque so pena de generar en el lector una sensación de mareo, de querer renunciar en la búsqueda del culpable.

Esta novela aborda distintas aristas de la vida occidental como el efecto de trabajos desafiantes en matrimonios incipientes, la corrupción, el bullying, la envidia, la drogadicción juvenil, la decadencia literaria, etc. También, se deja ver un prematuro coqueteo entre el autor y las tramas de delitos fiscales y financieros.

Mi personaje favorito: Anna Kanner, una policía de Nueva York que llega a unirse a Derek y Jesse.  Pese a haber sido una prodigiosa abogada siguió su vocación policial lo que la obligó a pagar altos costos personales. En Orphea, lidiará contra el machismo y sexismo de sus colegas varones. 

Hay algo de todas maneras en esta novela que no terminó por convencerme: la obra de teatro “La noche negra”, un botadero de páginas y personajes que dicen tener relación con el captor de Stephanie Mailer y con el verdadero asesino de los Brown, supuestamente dirigida por Kirk Harvey, un antiguo policía de Orphea en 1994. Se podría haber prescindido totalmente de este elemento que tomó demasiado protagonismo y que se deshizo como un castillo de naipes.

No es una novela mala, pero tampoco imprescindible en la literatura de Dicker, pudiendo convertirse en una linda compañera de vacaciones o en una buena pieza para sacar al lector de su bloqueo. Disponible en formato e-book.




sábado, 31 de agosto de 2024

Opinión: Los siete maridos de Evelyn Hugo por Taylor Jenkins Reid

 


Lo admito, soy pésimo para leer a tiempo los best sellers. En esta oportunidad traigo a la mesa “Los siete maridos de Evelyn Hugo” de Taylor Jenkins Reid[1], una novela publicada el año 2017 y que rápidamente se transformó en un éxito de ventas en su país de origen, Estados Unidos y el resto del mundo.

Evelyn Hugo, destacada, experimentada y al extremo pragmática actriz hollywoodense decide dar una entrevista exclusiva a (y sólo a) Monique Grant, una periodista con poca y plana trayectoria de veinticinco años. En el primer encuentro entre ambas, Evelyn admite que no desea precisamente conceder una entrevista de revista, sino entregarle su biografía, confesando en ella los pormenores de lo que todos querían conocer: por qué se había casado siete veces y cuál de todos sus maridos había sido el amor de su vida. Spoiler: ninguno de ellos lo fue. Asimismo, la narración mantendrá en vilo una pregunta cuya respuesta no parece tan interesante hasta allí: por qué Monique debía ser la única periodista en obtener la exclusiva, mas al leer el desenlace de esta historia todo parece cuajar y queda la sensación de no haber leído en vano, de haber estado frente a una lectura coherente, con un cierre completo, desde las historias más pequeñas hasta aquellas dos más relevantes.

Me fue complejo entender hasta el primer tercio de la historia por qué había triunfado una historia que parecía más bien el conteo de bodas y divorcios de Evelyn Hugo y el cotilleo de los años 50’s en Hollywood. Si algo habría que criticar es que la autora toma muchas páginas para introducir el conflicto de la novela. No obstante, una vez que se conoce el nudo, la lectura toma otro ribete, otra velocidad, se produce el efecto de la adicción.

Las traducciones al castellano por lo general tienen una característica: no son ricas en vocabulario, pero tienen una redacción de lujo, sin contar que están escritas en español ibérico. Es de rescatar la capacidad de narración, de hacer de un relato cronológico algo adictivo y sinuoso, así como los aspectos sociales y culturales que la novela trae a colación: violencia en el matrimonio, la diáspora cubana, el arribismo, la visibilización y validación de la bisexualidad, los prejuicios de una época contra las personas homosexuales y la gran mentira que puede llegar a ser Hollywood. Mención honrosa a la adecuada proporción que la autora entrega a la protagonista frente a los roles secundarios y como suelo decir, al balance que hay entre la profundidad del perfil del personaje frente a la historia misma. Si bien, Evelyn Hugo es un personaje muy complejo, desafiante y bien nutrido, es la propia historia la que evidencia su desarrollo y hace creíble su evolución.

La invitación es a animarse con este valiente best seller, a ver si nos da por casarnos o divorciarnos. Fue un gusto, Evelyn Hugo. Fue un placer, Harry Cameron. Disponible en formato e-book o libro electrónico.

domingo, 4 de agosto de 2024

Opinión: Lecciones de Química por Bonnie Garmus




Feminismo, resiliencia, química, pasión, comida, perros, maternidad, carrera, luto, remo… ¿cómo refundir todos esos conceptos en una novela?, ¿cómo escribir una novela conceptual con tantos elementos dando vueltas? Eso me gustaría preguntarle a Bonnie Garmus sobre su exitosa ópera prima “Lecciones de Química” elevada a las repisas de las librerías y bibliotecas durante el año 2022.

A comienzo de la década de 1960, la científica estadounidense Elizabeth Zott desarrolla su investigación sobre la abiogénesis, una de las teorías que explica el origen de la vida. Sin pareja, ni hijos, nada contra los vientos, mareas y tempestades del Instituto de Investigación Hastings, y claramente, con triple esfuerzo al que debía hacer un hombre para arribar a los mismos resultados y reconocimientos. Dentro del centro de estudios conocerá a Calvin Evans, un preclaro científico que se lleva fácilmente preces, laureles y presupuestos de investigación, con el que establecerá una relación sentimental a través de la cual, la protagonista evidenciará las brechas de género y los prejuicios sexistas en el ámbito laboral y científico. Ya sea por la fuerza del destino o por el libre albedrío de los personajes, Elizabeth Zott se transformará en la conductora de un programa norteamericano de cocina, en el que mudará el énfasis y el lente con el que se había mirado históricamente a las amas de casa, por uno que las trata como seres pensantes, con plenas capacidades para leer e interpretar las clásicas recetas de cocina a través del lenguaje de las reacciones químicas. Maillard, cómo olvidarte.

Sin necesidad de entregar mayores detalles de la historia y los vuelcos que dan los personajes, es preciso entrar en materia crítica. En los primeros capítulos se dejan ver algunos ripios de redacción que tornan el relato algo gregario, con evidente escasez de métodos narrativos o técnicas literarias. Pero se perdona por ser una primera vez, por el valor de la autora en tomar el riesgo de contarnos una historia que vale la pena terminar y llevar su aventura a un claro acierto.

Amén de lo anterior, no es recurrente en las novelas consagradas que los autores desarrollen tanto un personaje, que ahonden profusamente en su pasado e historia para sacarlo de acción a menos de la mitad del camino. Si bien este punto se trata de corregir con el final de la novela, no deja de ser un flanco, una herida de la historia difícil de cicatrizar.

Es a la vez una obra estadounidense de tomo y lomo, en que hasta los perros pueden ser superdotados y disputar heroísmo a los protagonistas; los buenos rayan en la santidad y los malos son unos bellacos de edición limitada. Una estructura muy hollywoodense.

No parece hasta ahora que Lecciones de Química sea una historia digna de recomendación, pero sí lo es. Goza de un lenguaje y estructura simple, es entretenida, coherente, la voz y ritmo de la narración producen adicción, tiene galope, tiene cadencia, balance. Hay también una habilidad de poner a bailar armónicamente diferentes conceptos alrededor del concepto matriz que es la brecha de género en el trabajo y la sociedad en general. Muchos aspectos de la vida de la ser humana colindan y convergen, como una reacción química de los mejores aromas y colores; un matraz en el que se mezclan con dosis y medidas perfectas, como soluto y solvente, emociones, vida, muerte, maternidad, deporte, resiliencia, perseverancia, ironías, humor, amor, decepciones, machismo, violencia, pasión y sobretodo, química.

Spoiler: qué bueno que nunca trataron la configuración electrónica de los átomos, no podría haber terminado la lectura.

No es mi afán naturalizar patrones machistas, sólo constato un momento cultural determinado para cerrar esta opinión con la misma frase que Elizabeth Zott usaba al cierre de sus transmisiones:

Y ahora, niños, a poner la mesa, que vuestra madre necesita un descanso” (Garmus, B., Lecciones de Química, 2022).



domingo, 28 de julio de 2024

Opinión: Los renglones torcidos de Dios por Torcuato Luca de Tena

 


La salud mental es el trending topic de las campañas políticas de los últimos años, pero no lo era cuando el español Torcuato Luca de Tena publicó su novela Los renglones torcidos de Dios en 1979. Casas de reposo, manicomios, centros de sanación, puntos de rehabilitación, nombres más, denominaciones menos, el punto es que la salud mental de seres afectados, perturbados o traumados, desde hace décadas viene gritando auxilio a los tomadores de decisiones.

Alice Gould es una detective profesional que llega al hospital psiquiátrico Nuestra Señora de la Fuentecilla fingiendo ser una paciente mental con el fin de resolver un crimen cuyo principal sospechoso estaba internado en el sanatorio. Una vez inserta allí comienza a embadurnarse de la realidad de los pacientes que se le acercan y el cuerpo médico, haciendo el ejercicio de la observación participante tal como lo hizo Luca de Tena previo a escribir la novela analizada. 

Con excelencia al abordar el lenguaje de la psicología y psiquiatría, y un conocimiento demostrado en las áreas de las corrientes de la disciplina, Luca de Tena narra con mucha facilidad y arte las divagaciones en la mente analítica y brillante de su protagonista. Tiene coherencia en la narración, conexión entre las historias, balance entre la proporción que les entrega a ellas y los personajes, y la bella capacidad de mantener al lector concentrado, confundido, atento a las pistas y distractores.

Sin escatimar en los laureles que merece esta obra, precisa destacar el vasto vocabulario castellano que se emplea en esta novela, algo que se extraña muchísimo en los títulos de los autores actuales, paupérrimos en el empleo de la lengua. Vocablos como asaz, grey, altozano, lontananza, regato, bogar, óbice, etc., realzan el relato, fortalecen la conexión del lector y su idioma. Probablemente en traducciones a otras lenguas, suceda el mismo efecto.

En la plataforma Netflix se encuentra la película que se produjo el año 2022 por Atresmedia Cine y fue dirigida por Oriol Paulo. La vi. Si bien me pareció una buena historia, no logra dar con la excelencia de la novela, sin contar que se toma demasiadas libertades editoriales al cambiar partes de la historia y el rol de los personajes en el desarrollo de los hechos. Sin ir más lejos, el título “Los renglones torcidos de Dios” proviene del parlamento del personaje “El Astrólogo” conocido también como “El autor de la Teoría de los Nueve Universos” y no del director de Nuestra Señora de La Fuentecilla, el doctor Samuel Alvar.

Cabe hacer mención honrosa al capítulo R. OTOÑO del que cito el siguiente extracto:

«Recordó los versos de Jorge Manrique:

…querer el hombre vivir

cuando Dios quiere que muera

es locura.

Y los recompuso de esta suerte:

 

No es cordura

querer hacer revivir

a aquel que quiere morir.

 

¡Ah, qué terrible es el sino de los pobres locos, esos “renglones torcidos”, esos yerros, esas faltas de ortografía del Creador, como los llamaba “el Autor de la Teoría de los Nueve Universos”, ignorante de que él era uno de los más torcidos de todos los renglones de la caligrafía divina! » (Luca de Tena, 1979, pág. 320).






Opinión: Esta herida llena de peces por Lorena Salazar Masso


Un niño adoptado es solicitado de vuelta por su madre biológica en Quibdó, Colombia. Su madre adoptiva, quien es la voz que le da vida a Esta herida llena de peces, se embarca junto a su hijo adoptivo en el río Atrato, haciendo largas reflexiones sobre el dolor de tener que entregar al niño que criaba hace cinco años y combinando los hechos del viaje con sus experiencias personales de niña.

A lo largo de la lectura, se puede ir apreciando un paralelo entre el dolor de la protagonista con aquel que ha sufrido el pueblo colombiano a causa de la guerrilla, bañando el relato con los colores de la selva, las jergas del Chocó y los ritos de una región acechada por la sangre de los conflictos armados.

Esta novela tiene 183 páginas (novena edición de la Colección Ópera Prima, Angosta Editores) y sin embargo, no se hace una lectura fluida. En la mayoría del texto, hay mucha pausa, narra en tiempo presente simple y abundan los puntos seguidos luego de frases de no más de diez palabras. También, tiene una carga dolorosa excesiva, un desequilibrio que a menudo vuelve la lectura plana ya que no hay inflexiones ni efectos sorpresa. Es un relato narrado lágrima a lágrima.

Por otra parte, pone de manifiesto la maternidad adoptiva, las diferencias sociales de la Colombia de la guerrilla, la cultura de los pueblos entorno a los ríos y también las brechas raciales entre blancos y afroamericanos. El desenlace de esta triste novela no está exento de tragedia, salvo que a esa altura se transforma en conmoción producto de un conflicto humano donde el precio lo pagan civiles inocentes utilizados como rehenes y monedas de cambio.

La edición del libro impreso está en amarillo y azul; el rojo que completa los colores de la bandera de Colombia está en toda la sangre derramada en el relato (interpretación propia). Asimismo, los párrafos no se encuentran justificados sino que tiene el texto alineado a la izquierda ¿sugerencias editorial de Lorena Salazar Masso?, aun cuando puede hacer referencia a la irregularidad con que el agua de los ríos baña sus riberas.

Mi opinión ya está escrita; el riesgo de zambullirse en este río de llanto es vuestro. 




domingo, 2 de junio de 2024

Opinión: Tokyo Vice por Jake Adelstein

 


El crimen organizado no es algo nuevo, lleva mucho tiempo causando daño en distintas sociedades del mundo. Así como en Centroamérica estaban las maras, el cartel de la droga en México y el Tren de Aragua en Venezuela, en Japón sufrían por los delitos de la yakuza. Las yakuzas son el genérico para las mafias japonesas que giran principalmente en el comercio de la explotación sexual y la industria de la usura financiera.  

Jake Adelstein[1], periodista y escritor estadounidense relata en Tokyo Vice (2009) su experiencia profesional como reportero del crimen japonés con bastante éxito, llevando al lectorado occidental a conocer de la cultura nipona, sus costumbres, jerarquías sociales, creencias y valores, así como los primeros pasos que dio en el periodismo.

En la primera parte de la historia narra su postulación e ingreso al diario más importante de Japón, el Yomiuri Shimbun y los ritos de iniciación para los novatos que él tuvo que vivir por partida doble al ser extranjero. Punto notable de esta primera parte es la narración de cómo un profesional de más experiencia le enseña a Jake Adelstein las normas éticas, teóricas y prácticas del periodismo como la protección a todo evento de las fuentes, la velocidad de la información, las primicias y la confirmación de la información hasta con tres fuentes diferentes.

Luego, el autor narrará las primeras coberturas que tuvo que hacer sin dejar, en momento alguno, de comentar sus impresiones de la cultura japonesa, como la xenofobia, el respeto a los mayores, el honor y la obsesión nacional con los manuales. No obstante haber comenzado la obra con una escena que se supone es el desenlace del relato, es fácil advertir que los casos que se van leyendo tienen poca relación con esa apertura y cierre, sirviendo más bien de relleno que como elementos claves del supuesto clímax, cual es la amenaza de muerte que le hace uno de los yakuzas más poderosos de Tokio.

Pese a eso, no deja de ser un relato periodístico intenso y se nota en la lectura la calidad profesional de Jake Adelstein, porque maneja técnicas narrativas propias de un periodista de sucesos, sabe contar la noticia y mantener al lector interesado hasta el final.

Merece particular mención el abordaje que hace Adelstein al mal desempeño del gobierno japonés a la hora de abordar temas sensibles para las mujeres y extranjeras, poniendo de manifiesto que no eran de relevancia para el poder institucional. Para tal cometido, narra el caso de Lucie Blackman[2] o la costumbre de que en los eventos sociales las mujeres deben servir la comida a los hombres. Adelstein no tiene pelos en los dedos para escribir claramente que a Japón no le importaban los crímenes en que las mujeres extranjeras eran víctimas, salvo que tuvieran que vivir una vergüenza internacional, en donde su honra nacional se viera altamente perjudicada.

Nunca hay que subestimar el poder de la humillación nacional para conseguir que el gobierno de Japón mueva el culo.” (Adelstein, 2009, pág. 387)

La policía no trata a las chicas de compañía como víctimas sino como victimarias, como prostitutas codiciosas y manipuladoras. Sobre todo a las que son extranjeras. No sé qué podría hacerse para cambiar esa mentalidad. La víctima, por más que sea prostituta, sigue siendo una víctima. Las prostitutas tienen derecho a decir que no. (Adelstein, 2009, pág. 295)

Mención honrosa al capítulo “Flores de tarde” y a cómo el autor explica con su propia experiencia el concepto “yarusenai”, un estado de desesperanza y dolor. También es importante relevar que este libro aborda temas muy delicados como el suicidio, por cuanto es necesario advertir discreción previamente al lectorado. No es en lo absoluto un texto para niñas, niños ni adolescentes. Se agradece la traducción al castellano de Ana Camallonga Claveria en 2021. Este libro está disponible en formato e-book. 





lunes, 27 de mayo de 2024

Opinión: I'm glad my mom died (Me alegro de que mi madre haya muerto) por Jennette McCurdy



Las autobiografías se han tomado poco a poco mi biblioteca. Llegó a mis manos esta memoria llamada en inglés I'm glad my mom died (2022) contada por la actriz Jennette McCurdy. Confieso que no la conocía, y hasta que no fui adviertiendo aspectos de la vida real en el texto, creí que era una escritora de moda a quien se le había dado una oportunidad. Los hechos me parecían espeluznantes, tétricos, no podía entender cómo una madre podía hacerle tanto daño a una hija y que ésta no pudiera darse cuenta a tiempo. Debía ser ficción. 

Jennette McCurdy es una actriz estadounidense que comenzó su carrera con personajes infantiles en la televisión y en publicidad para luego dar salto a la interpretación de personajes en series juveniles como iCardy en Nickelodeon. Este hecho, produjo que viviera una serie de eventos únicos en la vida en un set de televisión; acusa en su narración no haber crecido como una niña normal y anónima. Su madre, una paciente de cáncer, proyectó en su hija el futuro que vio frustrado, una carrera de actriz que se truncó a raíz de la maternidad. 

Este libro ahonda en las mútliples caras que tiene el abuso infantil y cómo los padres pueden fácilmente manipular a sus hijos so pretexto de hacerles feliz; frases como "Haz tu mejor intento y me harás profundamente feliz", "Ríete de los chistes del director de las grabaciones y me harás feliz", "Si dejas las grabaciones, mamá estará muy triste y podría avanzar el cáncer" son recurrentes en esta autobiografía cuyo resultado es la creación de una adulta altamente dependiente a sustancias, a compañía y a desórdenes alimenticios. También se desarrolla desde primerísima fuente la realidad que se vive en Hollywood, las exigencias y los sacrificios que se deben hacer para ganar un casting y obtener un papel en programas televisivos, por grandes o chicos que fueran; una industria muy deseada y muy exigente. 

Cuesta creer cómo una madre puede permitir, enseñar y alentar a su hija a incurrir en regímenes alimenticios anoréxicos, en vez de entregarle las herramientas para ser una persona segura de sí y plena en la vida, le entrega la semilla de su propia destrucción. Cuesta creer cómo una madre empuja a que su hija gaste su infancia y adolescencia en un set de televisión, que su primer beso sea dentro del contexto laboral. Cuesta creer que una madre desoiga los gritos de su hija cuando ella le pide detener el acoso de las fanáticos en la calle. 

El título de este libro es apenas tan fuerte como su contenido, ¿qué vivencias puede padecer una niña para alegrarse de la muerte de su madre? Aporto un extracto de traducción propia (leí el libro en inglés): 

"¿Qué puedo hacer para evitar que me crezcan los senos?" Repito, inclinándome más hacia mi pregunta ahora que sé que satisface tanto a mamá. Mamá baja la mirada, como hace cuando está a punto de contarme un secreto, como la vez que me dijo que la abuela tenía dentadura postiza o cuando dijo que encontraba aburrido a papá. Sé que algo jugoso está por venir. Algo especial, algo que sólo nosotras dos sabremos. Algo que consolidará y validará nuestra relación maravillosa de mejores amigas, como sólo los secretos pueden hacerlo. "Bueno, cariño, si de verdad no quieres crecer, tengo una técnica secreta que puedes hacer, se llama restricción calórica."

McCurdy, Jennette. I'm glad my mom died (p.90). Simon & Schuster. Edición de Kindle. 

Saquen sus propias conclusiones.



domingo, 28 de abril de 2024

Opinión: El Acontecimiento por Annie Ernaux


El Acontecimiento es el título que la autora entregó al libro por el que relata el aborto que se practicó en su juventud. Fue publicado el año 2000 en francés y en 2001 en castellano.

De principio a fin, Annie Ernaux comparte una vivencia íntima y personal, un proceso que comenzó apenas supo que se encontraba en gravidez. Decidida a no convertirse en madre, Annie reflexiona acerca de las limitaciones para ejercer su derecho reproductivo, cual en la juventud de la autora no estaba consagrado en la legislación francesa, por el contrario, estaba prohibido. 

Este relato en primera persona está despojado de cualquier eufemismo y emoción, ya que en palabras de la misma autora, no estaba considerado detener la ejecución de su decisión por la interposición quizás manipuladora de la lástima o del instinto del que no era dueña. 

En esta obra, la Premio Nobel pone de manifiesto los métodos que se manejaban en la Francia del siglo XX para interrumpir la gravidez, el alcance punitivo de la legislación, el boca-a-boca para traspasar datos de personas que practicaban abortos y los peligros del aborto clandestino. También, cuenta los detalles del "acontecimiento" -como ella prefirió llamar a su aborto- desde su planificación, búsquedas, ejecución y efectos. 

En definitiva, El Acontecimiento es una obra icónica de Annie Ernaux y un infaltable para los movimientos feministas y que promueven el acceso y consagración de los derechos reproductivos de las mujeres. Sin adornos, sin ripios ni historias innecesarias, con una traducción de calidad a manos de Berta y Mercedes Corral Corral (Tusquets Ediciones, Colección Andanzas), este relato tan personal intriga e impacta a quien lo lea. A continuación, extractos de la narración.

"No me producía ninguna aprensión la idea de abortar. Me parecía, si no fácil, al menos factible; que no era necesario tener ningún valor especial para hacerlo" (Ernaux, 2001).

"Estaba por todas partes. En los eufemismos y los lítotes de mi agenda, en los ojos saltones de Jean T., en los matrimonios forzados, en el filme Los paraguas de Cherburgo, en la vergüenza de las mujeres que abortaban y en la reprobación de las otras. En la imposibilidad absoluta de imaginar que un día las mujeres pudieran abortar libremente. Y, como de costumbre, era imposible determinar si el aborto estaba prohibido porque estaba mal, o si estaba mal porque estaba prohibido. Se juzgaba con relación a la ley, no se juzgaba la ley" (Ernaux, 2001). 

sábado, 27 de abril de 2024

Opinión: El lugar por Annie Ernaux



La muerte del padre como detonante de una reflexión sincera, sin miedo a la herida ajena es el primer resumen que viene al teclado a la hora de pensar en El lugar de Annie Ernaux. Elevada a los estantes de las librerías francesas en 2002, esta novela autobiográfica navega por la racionalidad y emociones de su autora frente a su padre moribundo.

Rememorando los alcances sociales de la Francia posguerra, la autora se enfrenta a la compleja relación con su padre y la percepción de él en la medida que va creciendo, lo recuerda en distintas épocas, como obrero y comerciante, como un hombre duro y orgulloso. Lo analiza también desde la fotografía y las facciones que él deja retratadas en la cámara. Como se suele decir, nadie se baña dos veces en el mismo río y es eso lo que se puede apreciar en la lectura, padre e hija van transitando por distintos lugares socioeconómicos y emocionales que se acercan más o menos, pero no se tocan.

Fiel a su estilo, la autora se despoja del sentimentalismo con el afán de exponerse a sí misma casi como el objeto de su propio estudio, generando una narración gráfica y silenciosa pero con ritmo, de todas maneras. Hay un mejor nivel en la traducción al castellano, las ideas ya no se tropiezas y las estructuras gramaticales del francés están mejor armonizadas que en La Vergüenza.

Esta novela es una recomendación que podría resultar útil para el público asiduo al género de la autobiografía, pero denso para quienes prefieren literatura con pirotecnia y efectos especiales; de la misma manera, podría resultar estimulante y cautivador para quienes tengan relaciones no resueltas o conflictivas con sus padres, o estudiantes de la salud mental.

jueves, 11 de abril de 2024

Opinión: La vergüenza por Annie Ernaux

                               

 

En marzo de 1998, la Nobel de Literatura Annie Ernaux[1] lanzó en formato de autobiografía La vergüenza, donde comparte cómo fue desarrollando una personalidad introvertida y vergonzosa a partir de una tarde de domingo de junio cuando su padre golpea a su madre hasta casi matarla.

En este relato, la autora aborda desde una marcada introspección, la sociedad francesa de la posguerra, el clivaje público privado, el laico religioso y las diferencias de clase, elucubrando a través de ellos por qué desde aquel episodio siente una soterrada vergüenza.

En el segundo tercio de la lectura, Annie Ernaux, narra su paso por el internado, su relación con las monjas y el conocimiento. La religiosidad católica marca su relato y lo invade, siendo en definitiva este punto de la lectura, el más fluido y nutrido.

La vergüenza no tiene música. Hay ciertos libros con cadencia y crean en el cerebro un ritmo especial, evocan canciones, conversaciones, colores y los personajes se mueven a medida que avanza la narración. Con La vergüenza, el silencio de apodera del relato, escuchándose la voz de la autora casi en un tipo de ASMR, recuerdo haber evocado en el primer capítulo el sonido de los tacos en el suelo cuando Annie reflexiona sobre la división social y geográfica de su ciudad, y el quiebre de los platos durante el fallido femicidio que perpetró el padre la autora contra su madre. Annie Ernaux tiene esa capacidad que algunos llaman “estilo directo y sin adornos”, yo lo llamaría, escribir en el vacío, en la suspensión, lejos de la velocidad del sonido, aunque cercana a la velocidad de la luz.

La traducción al castellano no es la mejor y, no es que sepa francés, sino que hay estructuras gramaticales de ese idioma que no están del todo bien adaptadas a la forma en que escribimos y leemos en castellano, por tanto, en ocasiones es posible encontrar que la narración se hace más compleja o tropezamos con una línea en varias ocasiones. Algo parecido me sucedió con Muriel Barbery en La elegancia del erizo. Ahora bien, si el lector es asiduo a los autores franceses, tanto mejor.

En esta obra prima el desarrollo psicológico del personaje por sobre la historia, permite conocer de entrada el carácter y estilo literario de la autora y prepara al lector para abordar, luego, otros de sus libros como El Acontecimiento o El lugar, porque La Vergüenza, más que una historia, es una larga reflexión.  

domingo, 7 de abril de 2024

Opinión: En agosto nos vemos por Gabriel García Márquez


 

Durante agosto, Ana Magdalena Bach acude a una isla del Caribe para visitar la tumba de su madre con el fin de dejarle flores y reencontrarse con su memoria. Sin embargo, terminará encontrándose con una parte desconocida de su personalidad y redescubriendo a la mujer que paradójicamente, nace en un cementerio. La trinidad del rol de la mujer adulta de la América Latina del siglo XX, madre, esposa e hija entra en jaque y crisis de la mano de Gabriel García Márquez, quien en vida se había negado a publicar En agosto nos vemos. No obstante, fue lanzada a la venta el 06 de marzo de 2024 por decisión de sus hijos.

Esta novela breve con características cercanas al cuento, va mostrando el imaginario de Gabriel García Márquez, recrea a través de las vivencias de la protagonista los paisajes y las culturas que conviven en El Caribe colombiano. No se podría decir, con justicia, que la historia quede trunca atendido el contexto de la muerte del autor, previo a las enfermedades que afectaron su intelecto y discernimiento. El cierre está bien ejecutado, aunque habría sido muy satisfactorio conocer el derrotero de ciertos personajes o ahondar en sus pasados. Pero así son las obras póstumas, permiten apreciar el proceso creativo del autor en sus últimos días; es esa su riqueza. Así como las biografías no admiten margen a la creatividad o ficción, la muerte no admite que se reversionen historias y se les prive, finalmente, de la esencia de su dueño.

Es muy interesante advertir el simbolismo, una vez finalizada la lectura, que hay en la visita de Ana a la tumba de su madre, pues también está asistiendo a la muerte de la madre y esposa que ella había sido hasta aquel 16 de agosto. Esta novela trae, como siempre en el universo de García Márquez, debates sociales o culturales como la infidelidad, la decadencia de la religión, los nuevos matrimonios, el deseo y la insatisfacción.  

Me pareció una historia entretenida, que vale el esfuerzo leer, una novela que le permitió de cierta forma a la familia de García Márquez, ganarle un poco a esa injusticia que subyace a la muerte de los ídolos, porque al cerrar la última sílaba de En agosto nos vemos, quedan vivas las ganas de seguir leyendo, de quitarle a la tumba el cuerpo y creatividad de Gabo. Eso siempre es una ganada para quien extraña.

domingo, 31 de marzo de 2024

Opinión: La contadora de películas de Hernán Rivera Letelier



La pampa salitrera de Chile puede evocar sed, desesperación y espejismos, los nostálgicos de sus incipientes oficinas mineras podrán remembrar los cines y las compañías de teatro que llevaban cultura y distracción al pueblo minero. Así lo dejó escrito Hernán Rivera Letelier, autor insigne y casi dueño del Desierto de Atacama, en La contadora de películas (2009) donde exhibe la relación mágica entre espectadores y películas, y adentra al lector en el pretérito y complejo oficio de contar.

María Margarita, la única mujer de cinco hermanos es designada por su padre para ir al cine a ver las películas y luego contarlas a la familia, tomando luego la expertiz de una juglar al punto de que se transforma en su forma de supervivencia material. La novela va apuntando en paralelo el derrotero de cada miembro de la familia en que todos los hijos llevan nombres con letra eme. También, como es natural en el autor, se lleva todo al plano de la vida en las oficinas salitreras y el desierto.

La historia es prometedora en un comienzo y toma un ritmo tan alto que llega a un final cuando recién se está disfrutando el desarrollo, se deja ver una desidia en la narración, un deseo de terminar con la novela cuanto antes y entregársela a la editorial. Sin duda, que una historia tan rica en su entramado y estructura, no debe quedar con la voz trunca, tijereteada y con tantas páginas en blanco. Incluso, ese vocabulario tan prolífico que se encuentra en La Reina Isabel cantaba rancheras se perdió en esta entrega. Además, presenta al menos dos errores de edición, puesto que una de las páginas se menciona a Mario, aun cuando ese personaje no existe y comete la falta ortográfica de escribir “mi” en vez de “mí”.

Un punto a favor de esta novela es que despierta la conversación acerca del arte de contar, ¿se están preparando a los estudiantes a hablar por sí mismos, a mejorar su comunicación oral, a relatar con el tono que deseen un periodo de su vida tan simple e interesante como por ejemplo, lo que pensaron cuando iban de la casa a la escuela?, ¿qué ventajas y desventajas tienen los celulares en el desarrollo de las habilidades del lenguaje hablado? 

Es de esperar que la adaptación al cine de la novela tenga mayores aciertos y complemente o cierre todo lo que Hernán Rivera Letelier no nos quiso contar. Recomendada para estandaperos e iniciados en oratoria. 

sábado, 30 de marzo de 2024

Opinión: Donde van a morir los elefantes de José Donoso


En 1995, José Donoso publicó su última novela llamada Donde van a morir los elefantes. A través de ella narró el viaje y estadía de Gustavo Zuleta en Estados Unidos como escritor y académico de literatura en la Universidad de San José. La especialidad del protagonista era la obra de Marcelo Chiriboga, otro escritor, ecuatoriano, que formaba parte del boom latinoamericano.

Ya instalado en Estados Unidos, Gustavo Zuleta encuentra una serie de personajes tan especiales y distintos a él que se hace inverosímil que puedan sostener relaciones laborales o amistosas si no es por la necesidad de adaptación en otra cultura y un nuevo trabajo. Ruby, Josefina, Rolando, Nina, Duo, Er, Maud y Jeremy, entonces entran en una narración que a momentos se torna psicodélica, policiaca, emotiva, intelectual e inconexa.

Ruby (o la Ruby como acostumbraba José Donoso a llamar a las mujeres en su obra) es el personaje que genera el vínculo más fuerte con Gustavo Zuleta; ella es una estadounidense exuberante y orgullosa de su obesidad y aficionada a los programas informáticos de realidad virtual (una adelantada a sus tiempos). Son dos polos opuestos destinados a atraerse y repelerse cada vez que logran avenencias; atracción y repulsión como las leyes físicas del magneto y la tensión sexual. La conexión de ambos se ve alterada por la irrupción de Marcelo Chiriboga y Nina, su esposa que llega de sorpresa desde Chile con su hijo recién nacido en brazos.

El relato pasa por distintas fases, tiene etapas de calidad, pero otras que lo opacan, como la vida pasada de Maud Buttler y su navegación delirante por un río, o la muerte de un perro en una cafetería, pues la profundización excesiva en esos personajes no tienen ninguna relación con el desenlace de la historia y quedan flotando como medusas en el mar. 

No me resultó una historia sobresaliente en comparación con el resto de la obra de Donoso, no obstante, mantiene aspectos clasistas y machistas como en Coronación y El lugar sin límites. Por no ser, entonces, una novela elemental de su biblioteca, se sugiere su lectura para estudiosos de José Donoso, del postmodernismo o del boom latinoamericano. Este libro está disponible en formato e-book.

miércoles, 31 de enero de 2024

Opinión: El Imperio del Opus Dei en Chile por María Olivia Mönckeberg

Opus Dei es una frase en latín que en castellano significa “Obra de Dios” y es la Prelatura de la Iglesia Católica más influyente del último siglo. Se caracteriza por ser hermética, compartimentada, constante, proselitista sólo en las élites, conservadora en lo sexual y muy liberal en materia económica; en tres ocasiones ha sido puesta bajo la lupa de la Premio Nacional de Periodismo e investigadora chilena María Olivia Mönckeberg[1] en las distintas versiones de El Imperio del Opus Dei en Chile cuyo contenido vengo en recomendar.

Fundada por el hoy santo católico Sn. Josemaría Escrivá de Balaguer (España), el Opus Dei no ha dejado a nadie indistinto dentro del cristianismo occidental y contemporáneo. Sus esfuerzos por llevar un ejercicio de la fe prácticamente en paralelo a las instrucciones de El Vaticano han concitado el cuestionamiento de distintas congregaciones y también han convertido a la Obra de Dios en un atractivo nicho para los sectores más conservadores y puristas del catolicismo. Se podría decir que sus miembros, divididos en numerarios, supernumerarios y otras categorías menores, han realizado un trabajo de hormigas, inclaudicable e incesante justamente porque para pertenecer a esta prelatura se ha de estar convencido de que el trabajo es la mejor forma de alcanzar la santificación y agradar a Dios; en eso han puesto todo su esfuerzo material y espiritual, en difundir la fe católica y cooptar a la élite no sólo de Chile, sino de todo país que ha estado a su alcance, permitiéndole en consecuencia la difusión de las enseñanzas de Escrivá de Balaguer, no sólo en las iglesias, sino también a nivel cultural como en librerías, medios de comunicación, empresas, clínicas, colegios y universidades. Sin duda, que la santificación del trabajo de este movimiento resulta muy conveniente para los destacados empresarios de la prelatura, pues justifica y confunde el límite que hay entre hacer un buen trabajo y aceptar la explotación laboral so pena de no agradar a Dios.

En El Imperio del Opus Dei en Chile, María Olivia Mönckeberg, pone de manifiesto la extensa malla societaria de los empresarios del Opus Dei, su origen en España y en Chile, entrevista  a los intelectuales de la Obra y a sus críticos, su rechazo a los métodos anticonceptivos, las polémicas mortificaciones promovidas por la Prelatura (verdaderos atentados a la salud mental y física del ser humano), sus espacios de influencia económica y cultural, entre otros interesantísimos aspectos.

Si bien al momento de leer concienzudamente este libro, lo hice con su segunda y más extensa edición (2016), no sentí que hubiese hoja alguna desactualizada, y es que es tan vasto el mapa de conquistas del Opus Dei y su impacto cultural tan transversal en el tiempo que no hay delay; es más, quedé con ganas de leer la última versión que abarca a Luis Silva, primera mayoría del Consejo Constitucional de Chile.

La autora en un afán de llegar a todo público, utiliza un lenguaje claro y simple, y elige una redacción que estimula y ordena las ideas con brillante estrategia. El Imperio del Opus Dei en Chile es una lectura casi obligatoria para los estudiantes y profesionales de las Ciencias Sociales de América Latina, para quienes recomiendo desde ya los capítulos “La voz crítica de José Comblin[2]” en donde se contrapone la vocación colectiva del cristianismo versus la promoción de los logros individuales del Opus Dei, “Don José Miguel” referido a José Miguel Ibáñez Langlois[3], sacerdote e intelectual de la Obra en Chile y quien ejerce el control y censura previa de los libros y contenidos a los que los numerarios pueden acceder según su nivel de madurez espiritual, “Entretelones de la Prelatura” y “Vida de numerarios”. Están bajo aviso.




[2] Cofundador de la Teología de la Liberación.

[3] Conocido también con el pseudónimo de Ignacio Valente, crítico literario de El Mercurio.