Versos

"Yo no protesto pormigo porque soy muy poca cosa, reclamo porque a la fosa van las penas del mendigo. A Dios pongo por testigo de que no me deje mentir, no hace falta salir un metro fuera de la casa para ver lo que aquí nos pasa y el dolor que es el vivir." (Violeta Parra en Décimas, autobiografía en versos)

domingo, 7 de abril de 2024

Opinión: En agosto nos vemos por Gabriel García Márquez


 

Durante agosto, Ana Magdalena Bach acude a una isla del Caribe para visitar la tumba de su madre con el fin de dejarle flores y reencontrarse con su memoria. Sin embargo, terminará encontrándose con una parte desconocida de su personalidad y redescubriendo a la mujer que paradójicamente, nace en un cementerio. La trinidad del rol de la mujer adulta de la América Latina del siglo XX, madre, esposa e hija entra en jaque y crisis de la mano de Gabriel García Márquez, quien en vida se había negado a publicar En agosto nos vemos. No obstante, fue lanzada a la venta el 06 de marzo de 2024 por decisión de sus hijos.

Esta novela breve con características cercanas al cuento, va mostrando el imaginario de Gabriel García Márquez, recrea a través de las vivencias de la protagonista los paisajes y las culturas que conviven en El Caribe colombiano. No se podría decir, con justicia, que la historia quede trunca atendido el contexto de la muerte del autor, previo a las enfermedades que afectaron su intelecto y discernimiento. El cierre está bien ejecutado, aunque habría sido muy satisfactorio conocer el derrotero de ciertos personajes o ahondar en sus pasados. Pero así son las obras póstumas, permiten apreciar el proceso creativo del autor en sus últimos días; es esa su riqueza. Así como las biografías no admiten margen a la creatividad o ficción, la muerte no admite que se reversionen historias y se les prive, finalmente, de la esencia de su dueño.

Es muy interesante advertir el simbolismo, una vez finalizada la lectura, que hay en la visita de Ana a la tumba de su madre, pues también está asistiendo a la muerte de la madre y esposa que ella había sido hasta aquel 16 de agosto. Esta novela trae, como siempre en el universo de García Márquez, debates sociales o culturales como la infidelidad, la decadencia de la religión, los nuevos matrimonios, el deseo y la insatisfacción.  

Me pareció una historia entretenida, que vale el esfuerzo leer, una novela que le permitió de cierta forma a la familia de García Márquez, ganarle un poco a esa injusticia que subyace a la muerte de los ídolos, porque al cerrar la última sílaba de En agosto nos vemos, quedan vivas las ganas de seguir leyendo, de quitarle a la tumba el cuerpo y creatividad de Gabo. Eso siempre es una ganada para quien extraña.

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