Versos

"Yo no protesto pormigo porque soy muy poca cosa, reclamo porque a la fosa van las penas del mendigo. A Dios pongo por testigo de que no me deje mentir, no hace falta salir un metro fuera de la casa para ver lo que aquí nos pasa y el dolor que es el vivir." (Violeta Parra en Décimas, autobiografía en versos)

domingo, 13 de diciembre de 2020

Opinión: Mujeres del alma mía por Isabel Allende

Mujeres del alma mía (2020) es la última obra de la escritora Isabel Allende. Esta vez no se trata de una novela ni de ficción, sino de contenido autobiográfico como lo fue Paula (1994)Mi país inventado (2003) y La suma de los días (2007). En esta producción, Isabel Allende, en formato de ensayos relata desde una óptica feminista los estragos que ha causado el machismo en su vida y en las mujeres -todas en formato de espíritu- que más han influido en su vida como su madre Panchita, su hija Paula y a quien ella consideró su amiga, la editora catalana Carmen Ballcells. 

A lo largo de la narración se entregan datos duros de los nocivos efectos del machismo en todo el mundo, en todo momento y el evidente espanto de la autora, quien no deja de lado su conocida ironía y buen humor para hacer de una lectura sobre algo trágico, un momento de aprendizaje y lejos de todo tedio. Si el objetivo de la autora y del feminismo es acercar la causa en teoría y práctica al lector, éste se logra rápidamente ya que su pluma y técnica narrativa permite a quien lee, llegar a un ritmo al que es fácil subir y del que no se quiere, luego, bajar. Si bien no es un texto de teoría feminista rampante, logra crear consciencia en mujeres y hombres con datos cuantitativos que acusan el abuso, opresión, represión y violencia que la cultura machista impone a las mujeres, sin importar su edad, origen o cuota de poder. 

Destacan pasajes emotivos, trágicos y cómicos que logran sacar lágrimas o risas al lectorado. Uno de los motivos recurrentes de la autora es su edad, de cómo ha tenido la suerte de llegar a los eufémicos años dorados y de las formas en que se relaciona con otras generaciones, con sus sempiternos espíritus, sus maridos y otros autores de la plaza. 

Este texto puede ser leído por todo público que entienda sobre el mundo en el que está parado, pero diría que para lograr su fin mayor de mitigar y erradicar el machismo, es importantísimo que sea leído por hombres a objeto de que entendamos que históricamente privamos a las mujeres de todo lo que hemos gozado, como la educación, derechos, privilegios y poder; sin embargo, con esa inmensa cantidad de haberes en nuestras manos creamos las bases y cimientos de una humanidad competitiva, cruel, exitista y autodestructiva, pero especialmente sin amor. 

Por su temática, la voz es esencialmente femenina aunque Isabel Allende se encarga de poner en sus palabras un equilibrio, contando anécdotas de jóvenes, niñas, ancianas, hombres, estudiantes, trabajadoras, etcétera y es que, es tan amplio el abánico de víctimas del machismo que es imposible que alguien no tenga algo de qué lamentarse al respecto. Dispone también la obra de un ritmo y cadencia de narración único, simple y libre de pretensiones intelectualoides tan presentes en ese escritor cuyo nombre tampoco recuerdo. 

lunes, 7 de diciembre de 2020

Opinión: Para que no me olvides de Marcela Serrano

Para que no me olvides (1993) de Marcela Serrano es una novela que narra en primera persona las memorias de Blanca, una chilena adulta de clase acomodada, luego de que comenzase a desarrollar afasia, una enfermedad que crea trastornos en el lenguaje a raíz de un derrame cerebral. Esta patología le impidió volver a hablar de forma normal y en general, a comunicarse, lo que la va enterrando en un letargo y en el depósito perfecto de la lástima ajena. 

Los recuerdos que Blanca elige contar son aquellos que van moldeando a la mujer en que se convirtió, principalmente esculpida por la religión católica y un conservadurismo típico de la clase alta, machista y patriarcal. Desde esa óptica narra cómo la sociedad acomodada juzga desde una burbuja de clases, la infidelidad, la nulidad (separación), a las madres solteras, a los detenidos desaparecidos y cualquier cosa que se diferencie a ésta. 

La historia toma fuerza al principio y se estabiliza en el relato de cómo Blanca conoce a su amiga Victoria y por su intermedio a Gringo, dos figuras que provienen desde el Santiago que la protagonista ignora: el torturado y desaparecido por la dictadura de Augusto Pinochet. En medio de la publicación de los resultados de la Comisión Rettig[1], en la que Gringo y Victoria participaron entregando sus testimonios como víctimas, Blanca ve cómo su matrimonio se debilita en la medida que se acerca a Gringo y comienza con él una relación sentimental. Asimismo, en tanto la novela hace pausas en la Blanca afásica, pierde equilibrio ya que rompe el ritmo que trae la narración -en ocasiones muy intensa- para detenerse en largas reflexiones y cavilaciones que reflejan la incertidumbre natural de un personaje que enfrenta cada vez con más frecuencia la apatía y el desgano de vivir por no poder comunicarse. Esta muerte en vida y sus efectos inmediatos en Blanca permiten al lectorado advertir el impacto de una enfermedad que, si bien no es del todo inhabilitante, hunde a sus víctimas en un estado de silencio y prácticamente de ausencia civil en donde ya no cuentan, no tienen voluntad, no se les consultan las decisiones sobre sí mismos. Otras presencias fuertes en esta novela son el feminismo incipiente en el Chile de los noventa y la revelación de los crímenes de lesa humanidad perpetrados por la dictadura. 

Para que no me olvides es un título que cobra sentido en el desenlace, mientras que en el comienzo o desarrollo el lector podría ácidamente pensar que es una novela olvidable por su falta de pasión y riesgos aun teniendo personajes con potencial, cuyas historias y tópicos bien podrían haber dado mayor provecho, por ejemplo, misoginia, violencia de género, relativización de las violaciones a los derechos humanos, consumo de drogas duras y más. 

Finalmente, es posible señalar que hay un dominio de la voz excesivo de la protagonista y su psicología tan afectada (aunque es de reconocer que es un logro transmitir la inestabilidad de una paciente afásica recién diagnosticada), se pierde la oportunidad de dar paso a la voz de las psicologías infantiles o adolescentes de personajes como Bernardo, Trinidad o Jorge Ignacio, su hijo. Era de todas formas el riesgo que aceptó Marcela Serrano al otorgar el rol protagónico a una mujer de los 90 de clase alta, "ama de casa" entrecomillas porque siempre dispuso de personal doméstico y quien sólo conoce el mundo cuando se le hace necesario practicar la caridad fuera de Santiago Oriente. Una protagonista con la vida resuelta hasta el diagnóstico de la afasia, con una infancia y juventud tan faltas de rebeldía, dolores, pasión y problemas que tiene el común de las personas que cuesta mucho empatizar con ella y sintonizar el pulso de sus emociones. Tanto así, que al terminar de contar alguna anécdota de los personajes secundarios el lectorado queda con ganas de más, pero la autora vuelve al personaje principal. 

Un consejo no solicitado que quisiera hacer es averiguar el carácter de la próxima novela a leer ya que, si se viene de una lectura de aventuras, misterios y con un buen ritmo, se hará -probablemente- tedioso bajar la velocidad. Es lo que me ocurrió con esta historia; venía de leer Crónica de una muerte anunciada de Gabriel García Márquez, muy bien escrita, sin párrafos innecesarios, con un ritmo inigualable por lo que al leer Para que no me olvides sentí que me daba tropezones producto de un deficiente manejo en la dosificación de los tiempos narrativos. 



[1] Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación creada para esclarecer los crímenes de violaciones a los derechos humanos cometidos por la dictadura civil y militar chilena entre el 11 de septiembre de 1973 y el 11 de marzo de 1990.

lunes, 30 de noviembre de 2020

Estructura inestable

Ni con un knock out podría olvidar el brillo que se hizo en tus ojos cuando me volviste a ver. Sólo yo los vi brillar por encima de la mascarilla, tan sensibles y sinceros. Nadie más te vio, así que imagino que no sabes cómo delataste el sentimiento que más ocultas a los demás, hasta a mí. Obviamente que no podía creerlo, nunca he podido creer ser depositario del amor de un hombre guapo. Da lo mismo. Yo también te quiero, también me gustas. 

Sabrás que, en mis sueños, de la nada, incluso de no quererte ni recordarte apareces, con ese estilo tuyo tan canceriano, una noche distante y otra preocupado y tierno. Soñé, por ejemplo, que me ibas a dar el bueno días en plena pandemia, me dabas la mano y me apretabas dentro de tu abrazo, con el chaleco negro y el pantalón color pastel. Era un abrazo fuerte como cuando lleno de amor, envuelvo mi almohada y la aprieto contra mi pecho a ver si puedo sacarme algo de este sentimiento tuyo que me desborda, era el abrazo que nos debemos y del que intuyo no podremos separarnos más. Hubo otro sueño en el que me tomaste las manos con tal fuerza que no tuve dudas, era el apretón de las tuyas, con esa textura áspera y cálida que me vuelve loco. Es cierto que no entiendo de sueños, preferiría dormir sin soñar y sentir despierto tus besos, abrazo y sexo. Pero en la realidad todo es tan distinto, siento que no te conozco, que el brillo que alguna vez desperté en tu mirada se opacó por completo; el hombre que quise ya no existe; lo deshicieron los rumores, las indecisiones y esa falta de atención mínima que me mata. 

Mi cariño también es de hombre mortal, se pierde en otros amores, se cansa, se muere. Sé que tengo cientos de estructuras que moldean mis respuestas, que me ponen de pie día a día y que paran al hombre que soy. En estas estructuras no caben las dudas y no te culpo; tampoco yo he sido lo necesariamente claro para abrirte las puertas. La inestabilidad me desconcierta, desarma mi estructura y me derrumba, sé que puedes darte cuenta cuando caigo porque me ves todos los días y percibes en mi lenguaje corporal la tensión. Sé que mi presencia también te incomoda y lo que menos quisiera es alejarte; hoy me moriría de pena verte marchar aun cuando es lo que hace meses estás haciendo. También me mataría renunciar a mí mismo, fingir que no te quiero, que no me gustas y que no me pesa tener que mirarte sin amor. Cuánto pesa, querido, esconder mi alegría cada vez que me defiendes de una injusticia, de mí mismo o de mis miedos infundados. 

A mis treinta años siento que la vida se me esfuma y las amenazas aumentan cada día que pasa -ya dije que tengo miedos infundados-, no tengo paciencia, primero porque nunca la he trabajado y segundo porque toda la que he logrado se me está agotando. Pero si me pides que te espere lo hago, si no lo haces sólo nos queda liberarnos el uno del otro.

sábado, 14 de noviembre de 2020

El sábado se lava ropa

Ya había pasado la hora del almuerzo que no preparé, día sábado, otro más de esta pandemia; correspondía lavar ropa y luego tenderla al sol de la primavera. Ideal haberlo hecho a las nueve de la mañana y gozar, como siempre pienso, de un día entero dedicado a la casa, al aseo, quizás cocinar un rico almuerzo aunque fuera sólo para mí. El domingo dormiría hasta tarde, haría ejercicios, leería libros, pasearía a los perros... cualquier cosa que no involucrase pensar mucho en mí, solo, es autosabotaje. 

Barrí la mierda de los perros para no pisarla mientras tendía ropa, de todas formas Marilú volvió a cagar después de haber comido un sobre de alimento húmedo, porque el sábado o domingo, a las mascotas se las regalonea; por otra parte, sirve para mezclarlo con la vitamina en polvo y que se la traguen sin darse cuenta. 

Se me había pasado el tiempo y la ropa quedó húmeda en la lavadora más de lo recomendable, pero insistí en tenderla; un pantalón, una polera, una camisa y un chaleco. Me imaginé llegando al lugar de todos los días y crear una escena en que activase su instinto protector, me mostraría vulnerable y expuesto dentro de su órbita de cuidado. Llegaría vestido sólo con camisa, sin abrigo, pasaría frente a él y azul de frío. Pecaría, arriesgando infierno, mintiendo sobre el motivo que me obligó a llegar desabrigado: no tuve tiempo de lavar ropa el fin de semana, ningún sweater me quedaba limpio. Evidentemente, me ofrecería el que tiene de emergencia, siempre precavido como el mejor de los padres hace. Así, yo sabría si aún le importaba y reafirmaría mi ridículo ego. 

Ese es el problema de tender la ropa en primavera, el sol quema fuerte, achicharra las neuronas y pasan en mi imaginación las escenas más improbables, se me remueve el corazón y se inyecta droga en mi organismo, siento en una fracción de segundo el sabor de la felicidad y en menos de lo que ladra un perro vuelvo a la realidad, a seguir tendiendo ropa y echar a la lavadora la segunda y última carga. Pensar que después debería planchar. Fin de la ilusión. 

viernes, 9 de octubre de 2020

Opinión: Crónica de una muerte anunciada por Gabriel García Márquez

Crónica de una muerte anunciada fue publicada el año 1981 y relata en una mixtura de novela y narración periodística (crónica) los hechos y omisiones que desencadenaron en el asesinato de Santiago Nasar. Es narrada por uno de los amigos del protagonista años después de acontecidos los hechos cuya base y motivación son la honra y honor de las familias, por los que es preciso matar en caso de haber sido mancillados.

Esta historia es un spoiler ya que su mero título devela el funesto destino del protagonista. García Márquez es un precursor de esta técnica narrativa donde se informa un desenlace -por lo general crudo- mas la riqueza y el gusto del relato vive en el desarrollo de los acontecimientos; este estilo ha sido llevado a la televisión como en las series La casa de papel y  Vis a Vis. En pocas palabras, y sin temor a adelantar los hechos a futuros lectores, Santiago Nasar muere asesinado a manos de los gemelos Vicario, hermanos de Ángela Vicario cuya honra habría sido insultada por él, lo que llevó a Ángela a ser devuelta a la casa de sus padres una vez que se casó y no pudo dar pruebas de virginidad a su reciente marido. Este suceso gatilla la decisión –a juicio de los asesinos- justa, necesaria e irrevocable de matar a Santiago, quien nunca se entera de tales intenciones por lo que muere sin la opción de huir o preparar una estrategia defensiva.

Uno de los amigos del protagonista y que participó de los hechos, es quien años después decide reconstituir el crimen y se entrevista con personas que sabían que Santiago iba a ser ultimado y abre así la puerta al sabor que tiene esta lectura: los motivos que llevaron a estos testigos de no advertir a Santiago de su aciago destino. En el fondo, queda en evidencia que de la muerte jamás se escapa, nos espera paciente y hábilmente en el momento y el lugar que ella ha designado desde que nacemos. De hecho tan bien lo dice el juez instructor de esta historia: “En el folio 382 del sumario escribió otra sentencia marginal con tinta roja: La fatalidad nos hace invisibles.”

Es una narración prolija, rica, cautivante, una lectura bien construida con tintes novelescos a pesar de ser una crónica dada la voz en que se presenta al público. Cada personaje es una marioneta de la muerte que por acción u omisión contribuye en el momento preciso a que Santiago muera como lo hace. Leí esta historia en primero medio, fue mi primera lectura evaluada y mi desempeño fue mediocre, no me había gustado en ese entonces porque tenía ganas de leer una novela y hacer el ejercicio de ir adivinando el final y porque desconocía la técnica narrativa de la crónica, contar la historia de principio a fin. Hoy con tantas novelas más en los ojos, puedo valorar el aporte de esta obra literaria a la cultura latinoamericana y aprender que el spoiler es un mecanismo potente cuando el desenlace es menos sabroso que los misteriosos caminos que nos llevan a todos a nuestro destino final: la muerte.

viernes, 2 de octubre de 2020

La manzana verde

Tengo ganas de regalarte chocolate, miel, mermelada, pan y vida. Tengo ganas de darte una manzana verde y que nunca sepas que fui yo el que ideó cien formas y más de ponerla en tu mesa. En silencio, la miré y al lavarla con mis manos le di delicada caricia como quiero, con mis yemas, también rozar tus mejillas, tu espalda y los labios en que guardas tu sonrisa.

También en mi callado amor la vi y ansié hechizar tu manzana verde. También la imaginé en tus manos fuertes y tocada, tangencialmente, por tu barba inocua.

Ahora la manzana verde vive en ti, es tu aliento, tu dulce mirada, es la fuerza con que amas y el rudo vigor con que tu corazón desafía a la muerte.

Te tengo amor y manzanas verdes, rojas, peras, nueces, tortilla de rescoldo, murta, quinoa, kiwi e inventiva para saciar tu hambre. Te miro en fotos, dueño de mi manzana verde y descubro que he olvidado tu voz, tu olor, tus pasos.

Te extraño manzana verde, como cuando en mi inocencia pretendía entregarte a la mesa de mi amado, como cuando todo era el juego de un niño travieso y desafiante. Y fue darte o perderte, mellada de gusanos. Decidí regalarte para que fueras salud de hombre, te puse en su vida, en sus dientes y labios en la misma medida que mi amor fui reviviendo, mi vibra alta, mi alegría y canto.

No hay otra manzana verde como la que te entregué, mi bien amado, esa tarde de verano, donde probaste mi cariño, engañado y misterioso.

¿Te gustó la manzana verde? Debió crecer a la sombra de un árbol robusto, florecido y añoso. ¿Con cuántas otras manzanas creció la nuestra y cuántos otros la habrán deseado? Hombres, aves, ovejas y caballos. 

¡Ay! Suspiro como un niño desengañado. Y no sé qué más decirte desde mi silencio confinado. Perdido, así, en mis delirios te deseo, te veo en otros hombres que no comen manzanas verdes. Y después me llena la culpa porque pienso en lo imposible de regalarte la felicidad del chocolate, menta fresca, apio o aloe vera. 

No tengo belleza, no tengo alegrías abundantes, en cambio, sí poseo casa, cama, amor y abrazo. Tengo para ofrecerte sillas, libros, primaveras, inviernos, otoños y veranos; una mesa favorita para servirte cierta fruta bajo la sombra del manzano.

jueves, 1 de octubre de 2020

Opinión: Shakira en el Halftime Show del Superbowl y su homenaje a los migrantes


Desde febrero de 2020 que quiero escribir esta entrada. Se trata de la presentación de Shakira y JLo en el Halftime Show del Superbowl. En mi calidad de fanático y seguidor eterno de Shakira, me referiré más a ella que a su colega. Más vale tarde que nunca.

Creo que lo visto en el show fue el epílogo de una preparación profesional y disciplinada, que dejó casi nada a la suerte. Cualquier artista pudo haber hecho el mismo show pero el resultado que vimos requería de algo exclusivo de Shakira: su carisma; es esa sonrisa que no pierde en el escenario porque es claro y evidente su goce en él. 

Subyació al show un mensaje político y social potente muy poco comentado pero que para mí fue muy notorio. Shakira comenzó el show saludando en castellano y luego de eso se lanzó con Shewolf, una canción que reivindica la liberación femenina, el quite de las culpas y prejuicios respecto al placer sexual de las mujeres... Let it out! y guiño a las mujeres como sujetas de goce erótico, lo que combinado con la vestimenta malva y el cuerpo de baile dio realidad al mensaje licántropo. 

Seguido, escuchamos un extracto de Empire que traducido reza "como los imperios del mundo se unen, estamos vivos..."; una alusión indirecta a los Estados Unidos entre violines y guitarras eléctricas, un puente entre la música clásica y el rock, ese puente que hace falta levantar para garantizar una migración decente y digna. 

El show continúa con Ojos Así, una canción icónica de Shakira que ensalza la multiculturalidad entre oriente y occidente, en la performance ella elige versos en español para seguir aludiendo y honrando a los inmigrantes: "Ayer conocí un cielo sin sol y un hombre sin suelo". 

Whenever, wherever (Suerte), es una canción cuya versión de estudio continúa en la senda del multiculturalidad, mezclando charangos andinos con pop y un toque de danza árabe, no obstante, interpretada en un escenario simbólico de la cultura estadounidense la letra toma un cariz diferente y sigue apuntando a las migraciones con versos como "Lucky you were born that far away so we can both make fun of distance, lucky that I love a foreign land for the lucky fact of your existence" (Suerte que naciste tan lejos y así podamos burlas la distancia, suerte que amo una tierra extranjera por el afortunado hecho de tu existencia). Territorio, globalización y dignidad migrante en menos de un minuto. 

Las siguientes canciones, I like it de Cardi B y Chantaje se yerguen como un homenaje a la cultura caribeña y latina, con sensualidad, carisma, cadencia en la salsa y un dulce frescor en la boca cantando "No soy de ti ni de nadie". 

Hips don't lie es la ocasión para que Shakira siga honrando sus raíces latinas y mediorientales -pero siempre migrantes- recurriendo a la zaghrouta o al grito que acompaña al Son del Negro en los carnavales de Barranquilla, Colombia y abriendo así el paso al mapalé y ese trance en que se entra al oír la percusión de los tambores. 

De vuelta al escenario, Shakira toca la batería para el tema Let's get loud de Jennifer López, iniciando así segundos de presentación en conjunto: mujeres, poderosas y latinas. Finalmente, Shakira interpreta Waka Waka, su inolvidable tema del Mundial de Fútbol de 2010 en Sudáfrica, reemplazando en la parte final del himno los saltos africanos por pasos de champeta, en honor nuevamente a su natal Colombia; esto la llevó a hacerse merecedora de halagos de todo su país por llevar su cultura al mundo de manera brillante y orgullosa. 

Shakira es genuina, orgánica, su obra es mucho más que su voz y cada show es redondo, una mezcla de elementos como baile, talento, humildad, instrumentos, sensualidad, sentimientos, multiculturalidad, estrategia, voz y energía. No necesita de una producción enceguecedora para prender a su público; el show de Superbowl fue una de esas ocasiones en que el cuerpo humano se hace arte, una expresión de belleza; nota a nota; tono a tono y movimiento tras movimiento. Vimos a una latina en el escenario: misión cumplida. 

jueves, 17 de septiembre de 2020

Ser el amor de nadie

 A quienes no les gusta leer, esto les agradará. No quiero decir mucho más que el titular. Son reflexiones de media tarde, posterior a una siesta de sueños nostálgicos y de una pesadilla de treinta vidas. 

domingo, 2 de agosto de 2020

Opinión: Vidas Vulnerables de Pablo Simonetti

Encontré tan aburrido Vidas Vulnerables de Pablo Simonetti que no puedo decir mucho, salvo que es un set de varios cuentos que narran experiencias límites de personajes mayoritariamente santiaguinos, de clase media alta cuyos momentos críticos dicen relación con el trabajo, la familia, la fidelidad y la muerte. 

Los cuentos tienen un punto en común: introducen sin problemas en el espacio y el tiempo, presentan a los personajes decentemente, plantean el problema y gozan de un punto casi adrenalínico en el desarrollo de los hechos, no obstante, el final es un corte seco, frío que deja un sinsabor al lector. Me pareció pensar en la mayoría... "y para este desenlace leí tan entusiastamente". Un dejo de insatisfacción y decepción a pedir de letras.

Debo aclarar que la alusión de vulnerabilidad que indica el título de la obra no dice relación precisamente con la arista social o material de la palabra, sino con la vulnerabilidad del ser o estar, más que del tener. Seres puestos en encrucijadas límites de sus vidas, que deben tomar decisiones rápidas y vitales cuyas consecuencias marcan un punto de inflexión ya que luego de tomadas no hay vuelta atrás. Son justamente esas experiencias las que muestran a los personajes desnudos frente a un espejo que les refleja, inmisericorde, lo vulnerable de sus vidas, fuera de los escudos y las apariencias. 

No resalta en vocabulario. El ritmo de la narración carece de manejo porque no sabe llegar al final sino abruptamente. Desequilibrio en las voces, aquellas que narran en primera persona singular son masculinas, mientras que para la historia de las mujeres siempre se narra en tercera persona singular. También hay un desequilibrio en cuanto al origen social de los personajes, pareciera ser que en los escenarios que plantea el autor no existiera la pobreza, el hambre, la crueldad. 

domingo, 12 de julio de 2020

Opinión: Este domingo por José Donoso

Este domingo revela la historia de un matrimonio chileno en decadencia, roído por el paso de los años y otros motivos que se van descubriendo a lo largo de la lectura. La historia es narrada por distintas voces: el nieto, Álvaro y Chepa. Los dos últimos protagonizan por separado y en conjunto esta historia. Álvaro por su parte evoca su infancia y adolescencia a raíz de la aparición de un lunar cancerígeno cerca de una de sus tetillas, que a medida que crece aumenta su temor a la muerte. Por ello recurre a sus recuerdos y a la protagonista de los mismos: Violeta, la empleada de la casa materna con quien mantuvo sus primeras y tempranas relaciones sexuales. Mientras su madre, misiá Elena, vivía, Violeta cocinaba sagradamente empanadas, domingo a domingo, lo que se trasnformó en una tradición familiar y la columna vertebral de esta novela. En tanto que la historia de Chepa nace luego de que su marido le revelara el padecimiento de un lunar cancerígeno, a lo que ella no le dio la importancia que él esperaba ya que su vida giraba en torno a Maya, un ex penitenciario que ella se encargó de liberar, y quien una vez fuera de la cárcel se convirtió en sueño y pesadilla de la protagonista. Chepa se lee como una mujer de servicio social, aristócrata que se dedicó a parchar las faltas de las madres pobres, de los hombres viciosos y los males que soportaba en Chile las clases sociales más castigadas. Ambos tienen un nieto que también narra la historia desde el punto de vista infantil, su abuela Chepa era la unión de la familia y la casa "una extensión de su cuerpo", lo que refleja un punto en común con las familas chilenas y latinoamericanas, unidas y forjadas por una matriarca, la que una vez extinta, diluye la unión familiar con su muerte, perdiéndose los motivos de juntarse en la casa de la abuela cada domingo. 

Este domingo convierte una historia regular, sin misterios ni grandes acontecimientos en una lectura entretenida que devela la psicología de sus personajes en cada acción mientras se dejan leer los pensamientos de los protagonistas y la voz del nieto. De alto contenido clasista y prejuicioso donde las mujeres son tratadas igual que las cosas: la Chepa, la Violeta, la Mirella y los hombres de Álvaro, Fausto, Maya. Una novela escrita en 1966 aplica en este sentido al Chile moderno de 2020. Hay equilibrio en las voces, correcta ejecución de las acciones, ningún pensamiento ni escena sobra, hay un abierto juego con lo onírico, confundiendo ingeniosamente al lector si está presenciando un sueño o el desenlace de un capítulo. 

El cambio disruptivo entre las voces de adultos y niños no resulta traumante sino estimulante; mundos que corren paralelamente, inocencia y prejuicio, se tocan evidentemente al ver a Chepa enamorada como niña y a nietos clasistas hasta en sus juegos, aunque es de imaginar que los niños aprendieron de los adultos y Chepa, pues bien, volvió a sus diecisiete

Este domingo es el tiempo y la casa de la abuela el espacio que viven en Chepa, esta señora que se alimenta de la necesidad que los demás tienen de ella, sus nietos, su familia, sus pobres, su Maya. Álvaro, por su parte la habita, y se ahoga de ella, tomando aire cada domingo a la luz de los sabrosos jugos de las empanadas de Violeta, en donde se siente libre y natural. Una lectura escrita con una calidad superior a la literatura actual, recomendable, desconcertantemente poco difundida en la obra de José Donoso y dentro del boom latinoamericano.

domingo, 14 de junio de 2020

Opinión: Variaciones Enigma por André Aciman


Es una recurrente pregunta de las pruebas de literatura en los colegios que busca evaluar la comprensión de un texto más allá de su relato: ¿Por qué cree usted que el título de la obra es Variaciones Enigma? 

Sin ánimo de fomentar la haraganería de ningún escolar (esto no es un resumen, sino una opinión, una crítica no especializada), partiría por decir que en la teoría musical y según Wikipedia, una variación “Es una composición caracterizada por contener un tema que se imita en otros subtemas o variaciones, los cuales guardan el mismo patrón armónico del tema original, y cada parte se asocia una con la otra. Difieren entre ellas los patrones melódicos y el tempo de cada variación”. Esto, para continuar diciendo que las Variaciones Enigma como obra musical existen y fueron compuestas por Edward Elgar en 1899

Pues bien, esta es la historia de Paul (el tema musical) narrada en primera persona y dada la intimidad del relato, diría primerísima, personalísima. El tema central de la novela es el autoconocimiento sexual y emocional, y la forma en que este muchacho italiano va viviendo sus relaciones interpersonales a medida que se transita por los cuatro capítulos de la historia, que van desde los furtivos e intempestivos primeros amores preadolescentes hasta aquellos en que la soledad agudiza la inseguridad personal conforme pasan los años de la vida adulta. 

Se dice de las Variaciones Enigma de Elgar que a su historia le subyacía un tema oculto, implícito a lo largo de la obra que nunca era abordado de manera directa, lo que constituía el enigma. Por ello vengo en proponer un desafío: pensemos que las Variaciones Enigma de Edward Elgar no existen o no sabemos de ellas, o al leer el texto se nos pasaron porque en realidad en historia del arte musical somos más bien ignorantes y contestemos la pregunta del primer párrafo. Al menos yo comenzaría diciendo que la palabra Enigma, a mi juicio, radica en su significado de "oculto", "arcano", "desconocido" y en lo que la duda y la incertidumbre de éstos producen al protagonista frente a la diversidad de personalidades de las que se enamora, todas distintas, sin rasgos similares entre sí.  

Referir al "muchacho italiano" no está demás, si bien no es rebuscado recurso de redacción ni tampoco un prejuicio, al leer la historia es posible advertir el ímpetu apasionado de nuestro protagonista (que podríamos asociar a la conjunción de la adolescencia, la testosterona y la identidad italiana) quien al pasar los años y mudarse a Estados Unidos se permea de la cultura anglosajona -esto sí puede ser un prejuicio- y comienza a adquirir una dualidad disfrazada de "educación y buenos modales" donde no se dice todo lo que se piensa, por cuanto queda para Paul un sinfín de interpretaciones que van moldeándose a sus estados de ánimo. He aquí mi primera crítica. No sé si esta característica pertenezca a la corriente literaria del autor, si es intencionada o si la historia pierde rumbo y rellena páginas con las inseguridades del protagonista, cuyas elucubraciones sobre las miradas, los gestos, las palabras, las omisiones y hasta el tono de las palabras pueden significar algo más de lo que son. Es esta una recurrida "técnica" de alargue y de cumplir con las páginas exigidas por las editoriales, un exceso de información que ni siquiera las psicologías de los personajes perdonan. 

Otro espacio común de este título radica en el clisé de las cenas. Es de noche, en cualquier capital del mundo, con música en vivo y en restaurantes de lujo o en la casa de los amigos. Si esto no es un clisé, entonces no entiendo qué fijación existe en reivindicar espacios de comida como hitos en la vida de los personajes; es realmente necesario y vital declararse el amor o el desamor en una cena, para qué llenar de tragos, comidas y café una escena en que no ocurre nada más que la conversación de cinco frases de dos personajes cuyo único fin es dar rienda suelta a la imaginación y psicología del protagonista si ello puede reemplazarse por otros espacios más creativos. Que no olvide el autor que leer produce hambre. 

Justamente, y en contradicción con el punto anterior, felicito la idea de autorizar a un club de tenis a ser algo más allá que un espacio meramente funcional. En esta historia, la cancha de tenis y su camarín se construyen como un lugar donde ocurren historias, allí los sentimientos, las pasiones y el erotismo se desatan; espejos, duchas, redes, sets, pelotas, vapor y raquetas son la escenografía de uno de los amores más intensos del protagonista; ese amor que asemeja a la pelota de tenis cuando dependiendo del saque y la respuesta del adversario puede ser un triunfo o una derrota. 

Las locaciones donde ocurren los capítulos de Variaciones Enigma son Italia y Estados Unidos. No logro imaginar por qué esas localidades mediterráneas donde comienza la vida del protagonista y que entregan frescura al relato, de pronto son cambiadas por la humedad, el frío y las ciudades-montgomeries de Estados Unidos. Por gusto propio, hubiera preferido continuar con el relato en Italia o más bien, que el autor hubiese desarrollado más los motivos de por qué Paul migra a Estados Unidos, ya que a mi juicio, ése tránsito habría dotado a la historia de nuevos personajes, relaciones y paisajes, salvando al lector responsable de la nunca bien ponderada tarea de soportar relleno. Hay una cantidad importante de años entre los doce y los que tiene cuando de pronto está casado con Maud. 

Destaco una construcción eficaz de los personajes, que aunque pocos, se constituyen desde y para su relación con el protagonista. Qué importan los primeros años de Manfred, los primeros amores de Maud o el devenir de Chloe si ellos no son determinantes para conocer al protagonista o los acontecimientos que dibujan, pintan y sellan Variaciones Enigma. De hecho, Paul es un hombre inseguro y esa falta de confianza está bien contada, es creíble y las acciones/omisiones de éste son consecuencia de ello; las personas inseguras existen. 

Hay sentimientos prístinos cuya redacción y tono permean las páginas y llegan al corazón del lector. Asimismo, cabe notar la pluralidad en la narración conforme al contexto que suponen las relaciones bisexuales del protagonista. Si bien la novela es narrada por un hombre, cumple con el criterio de balance (que por cierto inventé yo) respecto a que no sea un relato del todo masculino o femenino, se lee un equilibrio en los puntos de vista, en las reacciones y en las características de los personajes. Claramente hay tantas mujeres como hombres en la historia cuyas presencias han de ser -a mi juicio- proporcionales si los hechos se suceden en países con tanta diversidad como Estados Unidos e Italia. 

Dejando de lado esta mirada crítica de Variaciones Enigma, esta obra me gustó y siento que la elegí guiado por una fuerza divina. Llegó a mis manos en un momento muy preciso en que purgaba por perder mi sensibilidad y evitar cualquier cosa que se pareciera a la humana sensación de amor. Aunque sigo siendo alguien duro y más bien pragmático, reconocer mis inseguridades en las del protagonista permitió que me dejase caer y rebotar en una superficie más acolchada que del todo sólida y dura. 

miércoles, 10 de junio de 2020

Mis mascotas

Minina
Agualuna
Celeste
Paquita
Cuba
Lautaro
Salvador
Acracio
Juanito
Amparo
Gallego
Blanquita
Silas
Dorotea
Pasca
Juvenal
Marilú
Buenaventura

Recuerdo a cada una de mis mascotas, las últimas cuatro aún me acompañan. Llegaron en la época de las redes sociales y las pueden conocer por fotos y vídeos. Me hacen feliz mis mascotas, pero yo no sé si a ellos los hago felices también aunque me imagino que sí. Entre perros y gatos nos reconocemos como manada y familia, nos queremos, nos defendemos, a veces dormirmos juntos y sabemos reconocernos en la alegría y la tristeza. Me saben muchos secretos. Me sienten a cuadras y me esperan ansiosos (al menos los perros) y con un exacto ritual donde Pasca, la gata, busca el recoveco que sea para salir a la calle donde se le tiene prohibido estar; allí se sienta y se asegura de ser la primera en saludarme y verme cuando desciendo del auto. Los perros, en cambio, dejan oir el azote que hacen en las paredes del patio con su cola. Les saludo a viva voz, les converso cualquier cosa y la única que responde es Pasca. Ella es muy sociable, saluda a toda persona que entra a la casa y si le contestan, sigue una conversación entre palabras y maullidos. Conoce todos los idiomas que si la saludara un árabe le respondería sin problemas; a todo lo que inquiere le digo que sí hija, sí mi vida, como usted diga aunque te sugiero que lo pienses bien, no están los tiempos... ¡ah!, el agua, es cierto, te la cambiaré pero comida no te sirvo más porque aún tienes suficiente. Yo igual tengo frío, pues comes y subes a calentarme la cama, pero sin ir a otras piezas, soy yo tu padre. Los perros en cambio, no se comunican más que con su cuerpo, su mirada refleja que si hablaran me estarían diciendo te amo a cada momento, te amo papá, por favor déjame entrar a casa para sentirte el olor y escucharte, y oírte y darte besos en las manos cuando no te des cuenta y portarnos bien para ver si esta noche nos dejas dormir contigo. Bailamos, el que más rápido se motiva es Juvenal y por efecto dominó, los demás le imitan y es que comienzo a cantar creyéndome Justin Timberlake y comienza la fiesta #CantStopTheFeeling 


jueves, 28 de mayo de 2020

Opinión: Estrella Distante por Roberto Bolaño


Esta novela relata un cúmulo de conjeturas de Arturo Belano y Bibiano O’Ryan, dos amigos penquistas que buscan descifrar el paradero de Carlos Wieder, un sociópata al que conocen en los talleres de poesía de la Universidad de Concepción en su versión más pacífica: un poeta. Con la llegada de la dictadura militar chilena, los dos estudiantes penquistas y su grupo de amigos deben ocultarse por ser blanco fácil de la represión y persecución del régimen, dispersándose, entonces, en distintos lugares del mundo, algunos en Chile, otros fuera de. Con el asesinato de dos gemelas integrantes del grupo de amigos de Arturo Belano, se deja ver la oscura vocación asesina de Wieder y en adelante, todo se “centra” en su búsqueda y paradero a través de las estelas artísticas que van dejando en sus performances.

Es primera vez que leo una novela de Roberto Bolaño. Tenía altas expectativas en su literatura, conocida que sea su fama y talento. Sin embargo, no encontré que Estrella Distante fuera una novela entretenida, opino que le falta pasión, misterio, coqueteo con el lector, no sorprende salvo en contados pasajes como el asesinato de las hermanas Garmendia. Es una novela escrita para un público específico que goza con datos específicos de poetas, literatura y política internacional, tanto que, si el objetivo de esta publicación era un regalo y premio a la fidelidad, está bien, no lo juzgo, pero tampoco lo recomiendo para quienes estos datos son un pavoneo cultural innecesario y que no incide para nada en el desenlace de la historia. Sólo gasta páginas y desespera al lector ansioso.

El tono del relato en voz de Arturo Belano se transmite en una frecuencia desanimada, exangüe, plana. Casi en blanco y negro. Escrita y narrada por y para hombres, carece de equilibrio, le falta emoción y la explotación de los personajes. Rescato una pluma muy detallista, redacción de un privilegiado y talentoso, al respecto, nada que decir.

martes, 5 de mayo de 2020

Imagino

Imagino que tus besos tienen sabor a yerba mate con una cucharada de azúcar. 
Imagino que en tu risa viajan fragancias de albahaca 
y que la fuerza de tus brazos nace del cruce entre campo y caldo.

Imagino tus palabras jugando con tu voz, bailando con las abejas,
que zuzurran primaveras en las mañanas soleadas de mi jardín. 

domingo, 26 de abril de 2020

Opinión: Fatamorgana de amor con banda de música de Hernán Rivera Letelier


Cabe indicar que fatamorgana no es un nombre, sino un vocablo cuyo significado es espejismo. De eso se trata esta historia, la fatamorgana de una novela entretenida y consistente. Ambientada en el Desierto de Atacama durante el apogeo del salitre, la novela nos informa de cómo la bella protagonista, Golondrina del Rosario, encuentra casi por coincidencia al amor de su vida –Bello Sandalio- en una banda de música que se formó a la luz del alcohol, parranda y prostíbulos en las cantinas y tabernas donde los obreros de salitre pasaban a desahogarse de la explotación capitalista llevada a crueles niveles pero no menos reales.

La historia está provista de mucho vocabulario y también de muchos pasajes que no se relacionan con su desarrollo, aun cuando guardan una relación indirecta. Hay párrafos enteros describiendo a personajes e historias de personajes que no son en absoluto determinantes con el paso fugaz de Carlos Ibáñez del Campo por Pampa Unión y los hechos -que a su alrededor- son el clímax de la novela. Para llegar a este pico, debemos enterarnos de la vida de los miembros de la banda de música, todas respetables pero irrelevantes salvo para hacernos entender las condiciones laborales miserables de los unioninos. Éstas van acentuando la conducta ácrata del padre de Golondrina, un viudo que hará lo que esté a su alcance para tomar por sus manos la justicia frente a las persecuciones homofóbicas, anticomunistas  e infundadas de Carlos Ibáñez del Campo.

Muy interesante el relieve que se da a los músicos de las pampas, pero enfocarse en cada miembro de la banda fue un error. Se podría haber destacado a uno, como Bello Sandalio y a alguno de sus amigos, ahondar en esa amistad, levantar más personajes, más vida, menos desierto.

En esta fatamorgana, me pierdo entre el protagonismo de una pareja, el de ésta por separado o el de la banda de música. Me quedé esperando un equilibrio frente a una narración muy masculina, para hombres y el papel de las mujeres relegado a la educación, la delicadeza del piano o en el otro extremo, el de la rudeza de los prostíbulos y la explotación sexual. Consciente de las diferencias entre mujeres y hombres en un tiempo u otro, creo que la incorporación de una matriarca fuerte a la fatamorgana hubiera provisionado balance a tanta erección, paisita. El desenlace tiene toda la acción y emoción que antes se ausenta: espejismo y determinación en menos de diez páginas.

domingo, 12 de abril de 2020

Crema de zapallo

Les presento mi versión de la crema de zapallo. La verdad es que había probado otras antes, variaba los ingredientes y tuve resultados mejores y peores... hasta que un día de cuarentena me animé a cocinar una nueva versión y como me gustó tanto, la transformé en mi receta oficial. Ideal para el invierno, aunque la consumo en cualquier época del año.

Si bien las cremas son una entrada, esta es tan nutritiva por lo que sugiero un plato de fondo y postres livianos.

Ingredientes:
-500 gramos de zapallo camote
-2 papas
-1/2 zapallo italiano
-1/4 de brócoli
-2 cebollas moradas
-1 cebolla corriente
-Albahaca
-Merkén
-Orégano
-Ajo
-Sal

Preparación:
Pelar todas las verduras. 

Los zapallos, papas, brócoli deben picarse lo suficiente para asegurar una rápida y fácil cocción. Luego, verter estos ingredientes en una olla con agua y sal. Cocer a fuego alto. 

En paralelo, picar las cebollas en pluma y juntar con el ajo para "sofreír", salvo que esta vez no usaremos aceites, sino que permitiremos que la cebolla se cueza en su propio jugo. Cuando la cebolla esté lo suficientemente lacia, agregar hojas de albahaca, sal, merkén y orégano a gusto hasta que se integre y apagar. 

Una vez que la mezcla de cebollas se saca del fuego, debe incorporarse a la primera preparación, es decir, a nuestro caldo de verduras, lo cual debe sincronizarse a fin de que la cebolla se añada al caldo en los últimos cinco minutos de cocción del último. 

Apagado el caldo de verduras, se licua  y luego se cuela. 

Servir caliente y se sugiere acompañar con crutones y/o semillas de zapallo tostadas y una hoja de cilantro. Se me acaba de ocurrir, decorar con una línea de ají color frito en aceite de oliva. 

Cuando preparen esta receta, no olviden etiquetar en Instagram o Twitter a @DCastilloGuaita.

lunes, 6 de abril de 2020

Nada de Shakira / Useless at all by Shakira

Voy caminando sobre un mar de hojas secas
Vuelas los ángeles sobre Berlín
Van entonando junto a mí un aleluya
mientras la lluvia cae dentro de mí.

Extraño tu voz, estoy en tierra de nadie,
me falta haste el aire.
De espaldas al sol, pasa otro día sin ti.

No sirve de nada llegar aún más lejos,
ni toda la fama ni todo el dinero.

No sirve de nada si no estás conmigo
y la soledad se me clava en los huesos.

No sirve de nada... ¡no!

Nadie adivina qué depara el destino,
nuestro camino aún está a medio hacer.
Tiro mi bolso channel del barrio chino
al suelo mojado y me lanzo a correr.

Extraño tu voz, me hace falta tocarte,
olerte, mirarte.
De espaldas al sol acabo otro día sin ti.

I walk above a dried leaves sea.
Angels fly over Berlin,
they're intonating beside me an Hallelujah
as rain falls inside me.

I miss your voice. I'm at no one's land and even I'm air lack .
Backwards to the sun, passes other day by without you.

It's useless at all coming even further,
even all fame, even all money.
It's uselees at all if you aren't with me
and loneliness gets stuck in my bones.
It's useless at all, it is!

Nobody guess what fate holds,
our way is yet half done.
I throw my chinese Chanel bag
to the wet floor and then run away.

I miss your voice, I need to touch, smell and stare at you.
Backwards to the sun, ends other day without you. 

Sentidos tardíos


Ya no te tardes más en llegar. No dilates innecesariamente que el olor de tus sueños tiña mis almohadas.

Mis cabellos, uno a uno ansían bailar sobre el calor de tus sábanas y perderse ebrios de sexo y dicha, de estíos, inviernos, cantos, pasión, dulce y salado.

Mi cuello, mi cabeza, mi nariz no sostiene, piensa ni huele. Si no me apoyo en ti, si no te aprendo, si no te percibo siento que nada he conocido, que es convertida mi memoria en un recipiente de datos. Vivo como una máquina, una función aritmética que se activa con un estímulo que no abre apetitos. Hasta las plantas gozan más que yo al ver al sol, beber y florecer.

Esta noche, por ejemplo, pienso que he llenado mi día de trabajo, de obligaciones y de todo lo que sea necesario para olvidar que no puedes llegar mientras yo te busque porque en efecto, mientras más te busco, menos te encuentro. Y si de olvidar hablamos, ayer se borró tu voz de mi mente, hoy será el color de tu piel y mañana quién sabe ¿tu forma de caminar? Lo que sea puede olvidarse, menos lo que me liga a tu historia, a tu identidad y eso es lo terrible, que te convertiste en un recuerdo eterno, a prueba de alzheimer, de amores y excesos.