Versos

"Yo no protesto pormigo porque soy muy poca cosa, reclamo porque a la fosa van las penas del mendigo. A Dios pongo por testigo de que no me deje mentir, no hace falta salir un metro fuera de la casa para ver lo que aquí nos pasa y el dolor que es el vivir." (Violeta Parra en Décimas, autobiografía en versos)

jueves, 22 de noviembre de 2012

Declaración desesperada

Quiero explicarte de una forma sencilla y sincera lo que me pasa cuando tú y yo nos sentamos a conversar de cosas y palabras que pronto olvidaremos. Siento vergüenza de hacer tan evidente cómo me cuesta concentrarme y seguir el hilo de nuestra charla, de tener una escucha nula y perderme en esa miel que parece que hubiera en tus ojos, en la forma de almendra que los guardan y en la manera de tus pestañas. Creo que he expresado antes los deseos de navegar y bucear en los llanos de tu piel, de medir tu porte y sobredimensionarlo para siempre. 

A veces actúo muy bien y logro que no te des cuenta de que nunca escucho bien lo que dices, que me desconcentro en la forma suave de tus labios, en los nudillos de tus manos. Cuando todo pasa, guardo un poco de emoción para la soledad de mis noches en que desvarío como el niño que enloqueció de amor. Puede que sea un mate, un café o la simpleza eterna de un té la que te afianza en la textura de mis neuronas, fuertes y sanas que al mínimo estímulo asocian cada respiro y evento mágico a la suerte de tu nombre.

Me vuelvo un ser meloso y desagradable, traspaso los límites aceptados de la dulzura y alegría. A todos los abrazo, a todos los quiero y la vida es una oportunidad para ganar y aprender. Sé que no soy digno, que no sé de fútbol y qué probablemente no nos merezcamos, pero a mí me gustas de manera estrepitosa y una palabra tuya bastará para entregarme. Elige con plena libertad la palabra, yo siempre la encontraré sabia y dulce.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Unsent por Alanis Morissette

Unsent significa 'no enviado' en español. Tengo muchas cartas no enviadas, muchas cosas no dichas por elección propia. Recomiendo oír y comprender esta canción y dirigirse a su sistema uno de Kahneman para escarbar en los unsent de su vida. Por mi parte, creo que más temprano que tarde enviaré todo lo que me he guardado. ¡Prepárense!


Dear Matthew I like you a lot. 
I realize you're in a relationship with someone right now and I respect that.
I would like you to know that if you're ever single in the future 
and want to come visit me in California I would be open to spending 
time with you and finding out how old
 you were when you wrote your first song. 

Dear Jonathan I liked you too much, 
I used to be attracted to boys who would lie to me and think solely 
about themselves and you were
 plenty self-destructive for my taste at the time. 
I used to say the more tragic the better the truth is whenever I think 
of the early 90's you face comes up 
with a vengeance like it was yesterday. 

Dear Terrance I love you muchly, 
you've been nothing but open hearted and emotionally available and 
supportive and nurturing and consummately there for me.
 I kept drawing you in and pushing you away. 
I remember how beautiful it was 
to fall asleep on your couch and cry 
in front of you for the first time,
you were the best platform from which 
to jump beyond myself what was wrong with me. 

Dear Marcus you rocked my world,
you had a charismatic way about you with the women and 
you got me seriously thinking about spirituality and you wouldn't let 
me get away with kicking me own ass 
but I would never really feel relaxed and looked out for around you 
though and that stopped us from going any further than we did 
and it's kinda too bad because we could've had much more fun

Dear Lou we learned so much 
I realize we won't be able to talk for some time 
and I understand that as I do you 
the long distance thing was the hardest 
and we did as well as we could. 
We were together during a very tumultuous time in our lives 
I will always have your back and 
be curious about you about your 
career, your whereabouts.

viernes, 9 de noviembre de 2012

El beso


Besé tus labios morenos como la gota primera
que cae virgen en la sequedad de la tierra;
besé tu aliento entero de vida y carácter
tu lengua fue un barro húmedo con gana vieja.

Me besaste para cuajar tu juego sincero
en los moldes de mi boca, de mi palabra.
Quizás buscaste la letra de mi canto terco
que ahora nace tímido y mece mis mañanas.

Nos besamos siendo norte seco y llovimos.
Entre las bocas los cuerpos fueron complemento
del diálogo más entero que nunca tuvimos.
Mi boca, tu boca, madres de este sentimiento.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Día del recuerdo, un día de Puerto Viejo


Tomo nota y fecha. Sábado 3 de Noviembre de 2012... es fin de semana largo en Chile y decidí suspender las actividades de Trabajos Voluntarios Nueva Guanaco por mi fundado temor a que nadie llegara como correspondería. El reloj me recordó el amanecer un poco más tarde que de costumbre y como si no fuera suficiente para hacerme despertar, una de las vecinas del condominio llamaba a Cornelio, parece que era un animal al que llamaba por las maneras en que se refería a él. No quería salir de la cama y comencé a soñar con Aureliano Buendía de Cien Años de Soledad, todo porque Cornelio sonaba a Aureliano y al lado de mi cama duerme un estante con mucha lectura. 

Me levanté porque tenía tantas cosas por hacer. Tomar desayuno para no tener hambre en la noche y comerme kilos de comida cuyas calorías no quemaré (estoy muy panzón); las elongaciones de todas las mañanas, bañarme, ir a la feria para cocinar algo novedoso, en fin, todas las cosas que las personas que no nos quedamos echados en la cama hacemos en las mañanas. En la tarde leería y trabajaría en mi Seminario de Licenciatura y en Ciencias de la Administración Pública (lo que ya no ocurrió, pero me queda el Domingo). Antes de salir a comprar verduras y frutas tomé la sabia decisión de ponerme bloqueador solar y qué razón fue la que tuve: el sol quemaba como aceite caliente. Sólo una externalidad negativa tuve que asumir porque el olor del bloqueador encendió de forma automática mi memoria, estando solo en una ciudad ajena sin mis amigos, mi familia y mis calles, es una vieja historia. El día estuvo espectacular, mucho calor y lo viví con el ambiente de feria; de vuelta a casa sintonicé vía internet Radio Maray y la nostalgia fue total, esperaba en vano, pero esperaba que pronto llegara mi tía Sylvia a tocar el timbre o que sonara el citófono para avisarme que Millaray estaba afuera o que mi tía Eli me llamara para preguntarme en dónde podría instalar el auto.

En los entrañables día de verano uno se levanta temprano a tomar desayuno con mi tío Segundo y mi tía Sylvia mientras miramos a qué hora se levanta la familia Villalobos, luego alguien de buena voluntad lava la loza del desayuno que siempre es poca a no ser que se junte con loza sucia de la noche anterior, luego se hace aseo, las camas y muchas cosas de una sana rutina matutina. Si hay tiempo vamos a trotar los que estamos panzones o si tienen un alto espíritu deportivo, si queda ánimo luego del trote pasamos a la caleta cotizar pescado (aunque esto ocurre más los fines de semana con mi tía Eli o mi tío Luis). Nos damos un chapuzón y de vuelta a casa a cocinar o ayudar a cocinar para servirnos el pescado en quién sabe cuántas miles de versiones según el chef y la escuela culinaria respectiva. Almorzar es el centro de todo, la vida gira en qué se come o se hará para comer, marca el sello que distingue a un día de otro más que si está nublado, si tembló o si llegó una visita. Como mis tíos tienen una parcela el postre nunca falta, siempre hay melones, sandías, uvas y un etcétera de frutas salidas de las tierras de Atacama. Ponerse bloqueador significa que la loza del almuerzo está limpia nuevamente y hay permiso para salir a la playa en la que nos encontraremos con los amigos sobretodo si es fin de semana, bajando a la playa nos volvemos a reencontrar con el mar, con las olas y sus bravuras cuando está indispuesto o la Luna lo amansa o realza. Alrededor de las seis de la tarde se comienza a esconder el Sol y tomamos los quitasoles para devolvernos a la casa en que los abuelos se quedan jugando cartas si es que deciden no bajar con Osita (la mascota) a la playa. Como si estuviéramos en el hundimiento de un barco los niños y mujeres se bañan primero y los hombres al último para sacarnos el agua salada y sentarnos a tomar té decentemente, con el cuerpo cada día más bronceado y veraniego. En las noches corre mucho viento y hace frío, tenemos que llevar incluso ropa de invierno para sobrevivir a las madrugadas (creo que exagero). En Puerto Viejo no hay electricidad, sólo en la caleta hay unos postes que la traen de Caldera, pero en las tomas se debe sobrevivir con los motores a base de bencina, pasa lo mismo con el agua potable aunque creo que eso es una realidad de todo el poblado; por tanto tenemos el privilegio de oír los tumbos con toda la paciencia de ellos y nuestra, a veces soñamos que ocurre un maremoto debido a la furia de la naturaleza marina. 

De todo eso me acordé por haberme puesto bloqueador y creo que me faltó botar una lágrima cuando definitivamente no sonó el citófono, no llegó mi tía Sylvia ni mi tía Eli me llamó para estacionar su auto. Pero no lo hice, atiné a llamarla a su casa esperando encontrarla allí y no en la parcela. Sorpresa, me dijo: Gabriela está embarazada. Creo que se me revolvieron los sentimientos, pero mi prima está contenta, entonces yo también. En la soledad del departamento me tomé un café y escribí una entrada en mi blog en su honor y deseándole éxito en su nueva etapa. No por nada los recuerdos le llenan la cabeza a uno.