Versos

"Yo no protesto pormigo porque soy muy poca cosa, reclamo porque a la fosa van las penas del mendigo. A Dios pongo por testigo de que no me deje mentir, no hace falta salir un metro fuera de la casa para ver lo que aquí nos pasa y el dolor que es el vivir." (Violeta Parra en Décimas, autobiografía en versos)

viernes, 22 de abril de 2022

Opinión: La Edad de Hierro por J.M. Coetzee

La Edad de Hierro (1990) es una novela de J.M. Coetzee, escritor sudafricano y Premio Nobel de Literatura del año 2003. Esta historia narra el ocaso de la señora Curren a causa de un cáncer terminal; ella es una mujer blanca que vive en Sudáfrica y le cuenta a su hija a través del libro cómo han sido sus últimos días de vida, decidida entonces, a que su hija radicada y exiliada hace algún tiempo en Estados Unidos lea esta carta sólo una vez que muera. 

El relato está permeado por el contexto social y político de la Sudáfrica de fines de 1980, en los últimos años del apartheid, lo que condiciona a que sea imposible salir del ambiente dramático y melancólico. La narración comienza con una fuerza desgarradora que deambula entre los hechos y las reflexiones, la descripción del dolor del alma y el padecimiento físico causado por el cáncer. No hay medios tintes, esta novela no logra equilibrar el drama con aspectos suavizadores como alguna historia de amor, algo de comedia o al menos ironía y es que el contexto no lo permite so pena de ser poco creíble. 

Sudáfrica vivía olas de violencia protagonizadas por células armadas de niños dispuestos a matar y robar por fines cuya nobleza se había contaminado tanto que ya no los discernían. Era una batalla donde la pobreza, la corrupción y la injustica habían corrompido la última pizca de moral. 

Acá no hay pretensiones felices, todo es crudo, directo y real. J.M. Coetzee presenta esta historia con una capacidad de transmitir la desesperanza de un pueblo, la incomodidad y los gritos de una nación oprimida y discriminada. Logra también hacer el contraste entre la mirada de la población blanca no discriminada versus la realidad de la población negra con un cruce de discursos y miradas que no se entienden y llegan siempre a un punto muerto. 

No hay en La Edad de Hierro pasión, amores ni aventuras. Sólo una historia que exije valerse de coraje y sentimiento antes de ser leída. No recomendable para personas en procesos de indefensión aprendida, depresivas o en duelo. 

Esta novela está disponible en formato ebook.