Versos

"Yo no protesto pormigo porque soy muy poca cosa, reclamo porque a la fosa van las penas del mendigo. A Dios pongo por testigo de que no me deje mentir, no hace falta salir un metro fuera de la casa para ver lo que aquí nos pasa y el dolor que es el vivir." (Violeta Parra en Décimas, autobiografía en versos)

miércoles, 26 de enero de 2011

Millaray


La Milla es una fruta roja y extasiada
Que come sandías a la hora de almuerzo.
Que ríe, canta y juega
De mucho amor y de muchos sueños.

La Milla es una perrita que da alegría
En las tardes que se nublan,
La compañera, nunca enmudecida
Saca del baúl su chistosa melancolía.

Mi prima que se llama Millaray
Se convirtió en una buena amiga.
Reaccionaria anda la pobre
Luchando por sus resfríos y la fantasía.

Ella sufre y lo dice,
Pero no lo queremos saber.
Ella llora en las noches
En que recuerda un lejano ayer.

Está nerviosa esta negra
Nos alegra con su tragedia y alevosía
Se cortó la chasquilla mi perra
¡Es tan cómica esta niña!

Cien palabras

       Sí, éramos tan felices. Solíamos andar con las uñas sucias, la cara embetunada en barro y las axilas hediondas a cebolla infantil. Siempre usábamos la misma ropa. Nuestra madre era una vieja amable y gorda, con cara de oso moreno, como del norte. Cada vez que el papi volvía de la feria se bajaba a jugar una pichanga con el Mano y yo, mientras mi mami le calentaba su comida. Hubo un día en que eso no pasó más: la mamá se había ganado la lotería y la nueva casa se nos llenó de mentirosos. Ya no fuimos más felices.