Versos

"Yo no protesto pormigo porque soy muy poca cosa, reclamo porque a la fosa van las penas del mendigo. A Dios pongo por testigo de que no me deje mentir, no hace falta salir un metro fuera de la casa para ver lo que aquí nos pasa y el dolor que es el vivir." (Violeta Parra en Décimas, autobiografía en versos)

domingo, 31 de enero de 2016

Yo te quiero así

En la pronunciación de tu nombre se deja oír la quebraja que cabe a aquellos amores platónicos, aquellas ilusiones que no tienen otro sentido que llenar bien un momento de soledad. En la pronunciación de tu nombre puedo concretar en mi imaginación el dibujo de lo que es perfecto, de lo que es una primavera sin flores pero colorida y con aroma a pasión. En el dibujo de tu imagen vuelan como mariposas las palabras que te caracterizan alrededor de la ropa que usaste la última vez que te vi. Te veo con los ojos abiertos, sin sonrisa y la boca cerrada observando y analizando lo que escribo en mi computador mientras miro al vacío pensando que estás ahí según he descrito.

Sigues con la boca cerrada, con la postura incómoda que tienes cuando conversamos, desequilibrado por el peso de la moral y las buenas costumbres. Es esa la imagen que conservo de ti, la de quien conversa desde la reactividad, la de quien no ve en el otro interés. La camisa cuadrillé y los pantalones cortos azules. Eso es lo que interpreto, el discurso armado del que responde lo que corresponde, del que no quiere en realidad hablar. Y yo lo acepto, entiendo que no tienes por qué querer conversar conmigo, si quieres y te agrada vivir así, sigue así como un mudo incómodo, yo te voy a querer de todas maneras en las ocasiones escasas en que pueda abrazarte, desearte un buen día, darte la mano o responder alguna pregunta que quieras hacerme. En esas veces voy dejar todo mi cariño para involucrarme por segundos con esas mariposas que vuelan sobre tu camisa cuadrillé. Haré lo que esté a mi alcance para que me recuerdes por lo menos hasta antes de que llegue la noche.

Te quiero así, parco, con el sentido de la obligación y el trabajo viajando por tus venas, con tu egoísmo y carencia de habilidades sociales asertivas. Te quiero así como un hombre sin voz que me mira y pareciera que quiere marcharse y no vivir más la incomodidad de este momento en que estamos solos, uno frente al otro, yo real y tú virtual. Los ojos negros me miran y me observan pero no me quieren y sólo dicen algo que no puedo comprender.

Te liberaré, por favor abre la puerta del departamento y siente mi abrazo antes de irte porque de eso no tienes redención. Lleva hasta el ascensor mi olor, la voz mía que reza en ti los mejores deseos. Vuelve a vivir en la comodidad de tu soledad y silencio, en las canciones que cantas mejor con otros y otras. Miro como te alejas, veo tu espalda cubierta por la camisa cuadrillé y en mi mente cuento la cadencia de tus pasos porque sé en qué momento y de qué manera dejarás caer el derecho para levantar el izquierdo, veo tu espalda otra vez y sé que se ha vuelto a dibujar la sonrisa en tu cara y puedes mostrar al mundo tu blanca sonrisa, la alegría de ser tú y no admitir en tu mundo a nadie más que no sea tu mundo. Pero yo no la veo, sólo la recuerdo o supongo.


Cuando bajes por el ascensor tendré el alivio de que al menos yo también me iré pronto a olvidar más temprano que tarde la intensidad de este sentimiento que se arraiga cada vez que te veo. Cuando me suba al bus de vuelta y me pregunte al dejar la ciudad por qué te quiero así y me responda solo: porque yo te quiero así. 





lunes, 25 de enero de 2016

Rodrigo Peñailillo, te pienso

Así que el ex Ministro del Interior Rodrigo Peñailillo no tenía capacidad de poner orden en los partidos de la Nueva Mayoría, que era un desastre a la hora de enfrentar coyunturas. Dijeron que la situación era insostenible y que no sabía alinear a las bancadas en el parlamento.

Mas, si lo comparamos con el actual desempeño del Ministro del Interior, Jorge Burgos, Rodrigo gana por lejos. Porque a la hora de los datos duros, los ciudadanos acabamos de enterarnos que casi la mitad de los proyectos de ley cuya completa tramitación fue dispuesta por la Presidenta para una fecha tope de 31 de enero, se postergarán para marzo, para dos meses más porque el supuesto ministro del orden, el de las canas y alabado por Tomás Mosciatti, Fernando Villegas y Sergio Melnick no ha podido poner orden en las bancadas y ni alinear a los partidos de la Nueva Mayoría. Parece que lo de la Democracia Cristiana es crónico: propensión a berrinches infantiles. Ya lo vimos con la fracasada renuncia al cargo cuando a la Presidenta de la República se le olvidó pedir permiso a Burgos para viajar a La Araucanía (¡vaya cosa!) o cuando el Partido Comunista tuvo la digna idea de solicitar la inadmisibilidad de la Ley de Pesca, la Democracia Cristiana se tiró al suelo a llorar por la gobernabilidad y el Estado de Derecho.

Resultado de imagen para ministro rodrigo peñaililloCuando el Ministro del Interior era Rodrigo Peñailillo, Chile no era una lumbrera, pero la ciudadanía percibía que había voluntad de cambio, de empujar la máquina que significa la tramitación de los proyectos de ley emblemáticos para nuestra administración. El 31 de enero de 2015 sonaron varias campanillas en las salas del Congreso anunciando leyes egresadas del tercer trámite pese a las fisuras de la coalición y del boicot de la prensa. El 31 de enero de 2016 quizás no suene ni la mitad.

Lo extrañamos Ministro Peñailillo, estamos frente a una Reforma Laboral tibia, a un gabinete político sin convicción, a parlamentarios leales a la vieja guardia y que desconocen el compromiso empeñado frente a la Presidenta de la República y al pueblo chileno.

jueves, 14 de enero de 2016

Adiós, que se va Sureño

En su tablet veo un capítulo favorito de Dr. House mientras él junto a Matías, un amigo, arregla su maleta para partir al sur a las once de la noche. Hace diez minutos me informó que vendría su novia para acompañarlo al terminal. Se acercó al refrigerador, lo abrió y me dijo que sacaría un pan pita de esos que como yo.

-          Te ofrecí comida- le comenté.
-          ¿Cuándo?- me respondió.

No le contesté. Le ofrecí comida, en un abrir y cerrar de ojos me quitó el tablet y se lo pasó a Matías desafiando mi territorialidad y celosía.

Felipe, nuestro Sureño, se va a Valdivia a pasar sus últimos días en Chile junto a sus verdaderos amigos, su mamá y familia. Antes de que comience febrero estará en otro continente, creo que Asia, pero terminará estudiando en Italia o haciendo ayudantías en alguna universidad de ese país.

Durante el último mes vivimos juntos, ambos amigos, distintos, opuestos, en un departamento de un ambiente, apretados y soportándonos porque todo lo que a él le gusta a mí no, y al revés.

Le he solicitado expresamente, delante de Matías, que por favor se apresure en guardar sus cosas porque no quiero que deje el departamento desordenado igual que la última vez que viajó en Navidad.

Lo he visto cabizbajo, triste y sé que es porque no quiere irse, a todos nos pasa que cuando tenemos que irnos a otro lugar es cuando más nos arraigamos en donde permanecemos. Él sólo dice que está pensando, miente.

Llegó Amaia, y me pregunta si me siento triste por su partida. Le respondo que sí, que me da mucha pena. Y a ti. Sí a mí también me da mucha pena contesta y le abraza, lo besa en su cabeza.

Cepilla sus dientes previo a la partida. Ella es Amaia. 
Ya son las diez de la noche, está sentado en la cama haciendo cosas, conversando y dilatando el momento de abandonar el departamento, el nido santiaguino. Hace como tres horas me dijo que no había sido difícil convivir conmigo, que tenía peores pronósticos. Cuando apela a mi emocionalidad yo prefiero evadirla, cambiar el tema porque soy llorón, todo me emociona, pero no he de echar más lágrimas en este río del adiós.

Le dedicaría una canción de Violeta Parra que se llama Adiós que se va Segundo. Pero no le gusta Violeta Parra, aunque esta canción fue hecha para este momento en que las luces del departamento parecieran brillar menos que de costumbre.

Se ha quedado a solas junto a Amaia en la pieza, se abrazan y murmuran. Sé que se enamoró y que por eso no quiere irse del país.  

¡Ay ay ay ay, la niña que lo quería casi se ha muerto llorando!

domingo, 10 de enero de 2016

Se juntan dos palomitas por Violeta Parra

"Palomito, yo te canto
en el más bello instrumento
que se abre en este momento
de dividir el encanto".

Se juntan dos palomitas
en el árbol del amor;
fin de la separación
que los tenía contritos.
Brillaba con sus rayitos
el sol en ese entretanto.
Los dos en un solo manto
se arrebozaron dichosos.
Dice un clarín misterioso:
“Palomito, yo te canto”.

Como el clavel y la rosa
florecen en el jardín,
la dalia con el jazmín
y la azucena olorosa,
se encuentran las mariposas
de aquellos dos sentimientos
y anudan sus pensamientos
al son de una melodía.
Se dicen los buenos días
en el más bello instrumento.

Lo que en ausencia fue pena
se convirtió en alegría;
así pasaron seguidas
horas de dicha serena.
Bendicen la luna llena,
señora del firmamento.
Dice una voz en el viento
en una lengua amorosa:
“¿Quién conservará la rosa
que se abre en este momento?”

Después de tanta dulzura
sonó la antigua campana
que anuncia alguna mañana
del adiós su cruel premura.
Como la fruta madura
al desprenderse del alto,
se desgarraron en llanto
los novios sin más demora,
porque ha llegado la hora
de dividir el encanto.

 Condimento de la vida
que alimenta el corazón,
más que alegría, dolor,
que nunca cierra su herida;
tisana para bebida
que calma por un instante.
Es ley de cada habitante
desde que el mundo fue mundo:
sólo dé dicha un segundo
para los pobres amantes.

Fugaz

Si yo fuera escritor de profesión o mi actividad principal fuera escribir las cosas que pienso y con coherencia, por seguro que mi blog no estaría del todo abandonado. Claramente, que al ver las estadísticas, antes de trabajar podía redactar más. Pero mi profesión es administrador público y cuando se trabaja y con ganas, el tiempo que queda no es mucho, de hecho, ahora debería estar estudiando y estoy escribiendo. Y tratando de tomar desayuno a la vez. El tiempo es un recurso que no me gusta perder. No me gusta perder. 

Primero tomé un vaso de leche cultivada de vainilla, deben quedar diez centímetros cúbicos, lo miro y no lo bebo, tecleo. También preparé un huevo frito y una taza de café. Algo piola. Ya no queda leche cultivada, ¡salud y que en salud se nos convierta!

Para la hora del estudio dejé estrujándose el mate de anoche con agua caliente. 

Escucho por streaming el disco de Javiera y Los Imposibles "El árbol de la vida", que contiene versiones cover de Violeta Parra. Voy en Los Jardines Humanos.  

Arauco tiene una pena que no la puedo callar, son injusticias de siglos que todos ven aplicar. 

Debo estudiar, el día corre y no perdona.