Versos

"Yo no protesto pormigo porque soy muy poca cosa, reclamo porque a la fosa van las penas del mendigo. A Dios pongo por testigo de que no me deje mentir, no hace falta salir un metro fuera de la casa para ver lo que aquí nos pasa y el dolor que es el vivir." (Violeta Parra en Décimas, autobiografía en versos)

sábado, 14 de noviembre de 2020

El sábado se lava ropa

Ya había pasado la hora del almuerzo que no preparé, día sábado, otro más de esta pandemia; correspondía lavar ropa y luego tenderla al sol de la primavera. Ideal haberlo hecho a las nueve de la mañana y gozar, como siempre pienso, de un día entero dedicado a la casa, al aseo, quizás cocinar un rico almuerzo aunque fuera sólo para mí. El domingo dormiría hasta tarde, haría ejercicios, leería libros, pasearía a los perros... cualquier cosa que no involucrase pensar mucho en mí, solo, es autosabotaje. 

Barrí la mierda de los perros para no pisarla mientras tendía ropa, de todas formas Marilú volvió a cagar después de haber comido un sobre de alimento húmedo, porque el sábado o domingo, a las mascotas se las regalonea; por otra parte, sirve para mezclarlo con la vitamina en polvo y que se la traguen sin darse cuenta. 

Se me había pasado el tiempo y la ropa quedó húmeda en la lavadora más de lo recomendable, pero insistí en tenderla; un pantalón, una polera, una camisa y un chaleco. Me imaginé llegando al lugar de todos los días y crear una escena en que activase su instinto protector, me mostraría vulnerable y expuesto dentro de su órbita de cuidado. Llegaría vestido sólo con camisa, sin abrigo, pasaría frente a él y azul de frío. Pecaría, arriesgando infierno, mintiendo sobre el motivo que me obligó a llegar desabrigado: no tuve tiempo de lavar ropa el fin de semana, ningún sweater me quedaba limpio. Evidentemente, me ofrecería el que tiene de emergencia, siempre precavido como el mejor de los padres hace. Así, yo sabría si aún le importaba y reafirmaría mi ridículo ego. 

Ese es el problema de tender la ropa en primavera, el sol quema fuerte, achicharra las neuronas y pasan en mi imaginación las escenas más improbables, se me remueve el corazón y se inyecta droga en mi organismo, siento en una fracción de segundo el sabor de la felicidad y en menos de lo que ladra un perro vuelvo a la realidad, a seguir tendiendo ropa y echar a la lavadora la segunda y última carga. Pensar que después debería planchar. Fin de la ilusión. 

1 comentario:

  1. Soy fan de la moda eco. Actualmente compro la ropa en revolucionatural.es. Busco que mi huella ambiental sea lo más chica posible. Cuando era pequeña sentí que debía cuidar el medio ambiente. Presto atención a todas mis acciones para llevarlas a cabo de manera ecológica posible. Por ejemplo, siempre visto con Ropa organica. Descarto cualquier ropa que no lo sea.

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