Versos

"Yo no protesto pormigo porque soy muy poca cosa, reclamo porque a la fosa van las penas del mendigo. A Dios pongo por testigo de que no me deje mentir, no hace falta salir un metro fuera de la casa para ver lo que aquí nos pasa y el dolor que es el vivir." (Violeta Parra en Décimas, autobiografía en versos)

domingo, 13 de diciembre de 2020

Opinión: Mujeres del alma mía por Isabel Allende

Mujeres del alma mía (2020) es la última obra de la escritora Isabel Allende. Esta vez no se trata de una novela ni de ficción, sino de contenido autobiográfico como lo fue Paula (1994)Mi país inventado (2003) y La suma de los días (2007). En esta producción, Isabel Allende, en formato de ensayos relata desde una óptica feminista los estragos que ha causado el machismo en su vida y en las mujeres -todas en formato de espíritu- que más han influido en su vida como su madre Panchita, su hija Paula y a quien ella consideró su amiga, la editora catalana Carmen Ballcells. 

A lo largo de la narración se entregan datos duros de los nocivos efectos del machismo en todo el mundo, en todo momento y el evidente espanto de la autora, quien no deja de lado su conocida ironía y buen humor para hacer de una lectura sobre algo trágico, un momento de aprendizaje y lejos de todo tedio. Si el objetivo de la autora y del feminismo es acercar la causa en teoría y práctica al lector, éste se logra rápidamente ya que su pluma y técnica narrativa permite a quien lee, llegar a un ritmo al que es fácil subir y del que no se quiere, luego, bajar. Si bien no es un texto de teoría feminista rampante, logra crear consciencia en mujeres y hombres con datos cuantitativos que acusan el abuso, opresión, represión y violencia que la cultura machista impone a las mujeres, sin importar su edad, origen o cuota de poder. 

Destacan pasajes emotivos, trágicos y cómicos que logran sacar lágrimas o risas al lectorado. Uno de los motivos recurrentes de la autora es su edad, de cómo ha tenido la suerte de llegar a los eufémicos años dorados y de las formas en que se relaciona con otras generaciones, con sus sempiternos espíritus, sus maridos y otros autores de la plaza. 

Este texto puede ser leído por todo público que entienda sobre el mundo en el que está parado, pero diría que para lograr su fin mayor de mitigar y erradicar el machismo, es importantísimo que sea leído por hombres a objeto de que entendamos que históricamente privamos a las mujeres de todo lo que hemos gozado, como la educación, derechos, privilegios y poder; sin embargo, con esa inmensa cantidad de haberes en nuestras manos creamos las bases y cimientos de una humanidad competitiva, cruel, exitista y autodestructiva, pero especialmente sin amor. 

Por su temática, la voz es esencialmente femenina aunque Isabel Allende se encarga de poner en sus palabras un equilibrio, contando anécdotas de jóvenes, niñas, ancianas, hombres, estudiantes, trabajadoras, etcétera y es que, es tan amplio el abánico de víctimas del machismo que es imposible que alguien no tenga algo de qué lamentarse al respecto. Dispone también la obra de un ritmo y cadencia de narración único, simple y libre de pretensiones intelectualoides tan presentes en ese escritor cuyo nombre tampoco recuerdo. 

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