Versos

"Yo no protesto pormigo porque soy muy poca cosa, reclamo porque a la fosa van las penas del mendigo. A Dios pongo por testigo de que no me deje mentir, no hace falta salir un metro fuera de la casa para ver lo que aquí nos pasa y el dolor que es el vivir." (Violeta Parra en Décimas, autobiografía en versos)

domingo, 14 de junio de 2020

Opinión: Variaciones Enigma por André Aciman


Es una recurrente pregunta de las pruebas de literatura en los colegios que busca evaluar la comprensión de un texto más allá de su relato: ¿Por qué cree usted que el título de la obra es Variaciones Enigma? 

Sin ánimo de fomentar la haraganería de ningún escolar (esto no es un resumen, sino una opinión, una crítica no especializada), partiría por decir que en la teoría musical y según Wikipedia, una variación “Es una composición caracterizada por contener un tema que se imita en otros subtemas o variaciones, los cuales guardan el mismo patrón armónico del tema original, y cada parte se asocia una con la otra. Difieren entre ellas los patrones melódicos y el tempo de cada variación”. Esto, para continuar diciendo que las Variaciones Enigma como obra musical existen y fueron compuestas por Edward Elgar en 1899

Pues bien, esta es la historia de Paul (el tema musical) narrada en primera persona y dada la intimidad del relato, diría primerísima, personalísima. El tema central de la novela es el autoconocimiento sexual y emocional, y la forma en que este muchacho italiano va viviendo sus relaciones interpersonales a medida que se transita por los cuatro capítulos de la historia, que van desde los furtivos e intempestivos primeros amores preadolescentes hasta aquellos en que la soledad agudiza la inseguridad personal conforme pasan los años de la vida adulta. 

Se dice de las Variaciones Enigma de Elgar que a su historia le subyacía un tema oculto, implícito a lo largo de la obra que nunca era abordado de manera directa, lo que constituía el enigma. Por ello vengo en proponer un desafío: pensemos que las Variaciones Enigma de Edward Elgar no existen o no sabemos de ellas, o al leer el texto se nos pasaron porque en realidad en historia del arte musical somos más bien ignorantes y contestemos la pregunta del primer párrafo. Al menos yo comenzaría diciendo que la palabra Enigma, a mi juicio, radica en su significado de "oculto", "arcano", "desconocido" y en lo que la duda y la incertidumbre de éstos producen al protagonista frente a la diversidad de personalidades de las que se enamora, todas distintas, sin rasgos similares entre sí.  

Referir al "muchacho italiano" no está demás, si bien no es rebuscado recurso de redacción ni tampoco un prejuicio, al leer la historia es posible advertir el ímpetu apasionado de nuestro protagonista (que podríamos asociar a la conjunción de la adolescencia, la testosterona y la identidad italiana) quien al pasar los años y mudarse a Estados Unidos se permea de la cultura anglosajona -esto sí puede ser un prejuicio- y comienza a adquirir una dualidad disfrazada de "educación y buenos modales" donde no se dice todo lo que se piensa, por cuanto queda para Paul un sinfín de interpretaciones que van moldeándose a sus estados de ánimo. He aquí mi primera crítica. No sé si esta característica pertenezca a la corriente literaria del autor, si es intencionada o si la historia pierde rumbo y rellena páginas con las inseguridades del protagonista, cuyas elucubraciones sobre las miradas, los gestos, las palabras, las omisiones y hasta el tono de las palabras pueden significar algo más de lo que son. Es esta una recurrida "técnica" de alargue y de cumplir con las páginas exigidas por las editoriales, un exceso de información que ni siquiera las psicologías de los personajes perdonan. 

Otro espacio común de este título radica en el clisé de las cenas. Es de noche, en cualquier capital del mundo, con música en vivo y en restaurantes de lujo o en la casa de los amigos. Si esto no es un clisé, entonces no entiendo qué fijación existe en reivindicar espacios de comida como hitos en la vida de los personajes; es realmente necesario y vital declararse el amor o el desamor en una cena, para qué llenar de tragos, comidas y café una escena en que no ocurre nada más que la conversación de cinco frases de dos personajes cuyo único fin es dar rienda suelta a la imaginación y psicología del protagonista si ello puede reemplazarse por otros espacios más creativos. Que no olvide el autor que leer produce hambre. 

Justamente, y en contradicción con el punto anterior, felicito la idea de autorizar a un club de tenis a ser algo más allá que un espacio meramente funcional. En esta historia, la cancha de tenis y su camarín se construyen como un lugar donde ocurren historias, allí los sentimientos, las pasiones y el erotismo se desatan; espejos, duchas, redes, sets, pelotas, vapor y raquetas son la escenografía de uno de los amores más intensos del protagonista; ese amor que asemeja a la pelota de tenis cuando dependiendo del saque y la respuesta del adversario puede ser un triunfo o una derrota. 

Las locaciones donde ocurren los capítulos de Variaciones Enigma son Italia y Estados Unidos. No logro imaginar por qué esas localidades mediterráneas donde comienza la vida del protagonista y que entregan frescura al relato, de pronto son cambiadas por la humedad, el frío y las ciudades-montgomeries de Estados Unidos. Por gusto propio, hubiera preferido continuar con el relato en Italia o más bien, que el autor hubiese desarrollado más los motivos de por qué Paul migra a Estados Unidos, ya que a mi juicio, ése tránsito habría dotado a la historia de nuevos personajes, relaciones y paisajes, salvando al lector responsable de la nunca bien ponderada tarea de soportar relleno. Hay una cantidad importante de años entre los doce y los que tiene cuando de pronto está casado con Maud. 

Destaco una construcción eficaz de los personajes, que aunque pocos, se constituyen desde y para su relación con el protagonista. Qué importan los primeros años de Manfred, los primeros amores de Maud o el devenir de Chloe si ellos no son determinantes para conocer al protagonista o los acontecimientos que dibujan, pintan y sellan Variaciones Enigma. De hecho, Paul es un hombre inseguro y esa falta de confianza está bien contada, es creíble y las acciones/omisiones de éste son consecuencia de ello; las personas inseguras existen. 

Hay sentimientos prístinos cuya redacción y tono permean las páginas y llegan al corazón del lector. Asimismo, cabe notar la pluralidad en la narración conforme al contexto que suponen las relaciones bisexuales del protagonista. Si bien la novela es narrada por un hombre, cumple con el criterio de balance (que por cierto inventé yo) respecto a que no sea un relato del todo masculino o femenino, se lee un equilibrio en los puntos de vista, en las reacciones y en las características de los personajes. Claramente hay tantas mujeres como hombres en la historia cuyas presencias han de ser -a mi juicio- proporcionales si los hechos se suceden en países con tanta diversidad como Estados Unidos e Italia. 

Dejando de lado esta mirada crítica de Variaciones Enigma, esta obra me gustó y siento que la elegí guiado por una fuerza divina. Llegó a mis manos en un momento muy preciso en que purgaba por perder mi sensibilidad y evitar cualquier cosa que se pareciera a la humana sensación de amor. Aunque sigo siendo alguien duro y más bien pragmático, reconocer mis inseguridades en las del protagonista permitió que me dejase caer y rebotar en una superficie más acolchada que del todo sólida y dura. 

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