Si hubiera un hueco detrás de la pared
donde guardar secretos y emociones
lo llenara de los sueños que una vez abracé
de tus ojos mirando el suelo, de ilusiones
de rimas rebuscadas, de errores no forzados
de lágrimas y de risas, de cien mil canciones.
Y tus pasos no son más que burbujas volando,
esquivas, delicadas, volátiles y efímeras.
Seguirlos es abrazar sin pausa una pasión ígnea
que no deja otra cosa que mi corazón extasiado.
Yo pusiera en este hueco oculto el color de tu piel morena
como quien guarda en su memoria el olor de un momento feliz
y lo acompañara de mi expresión disfrazada y terca
y lo cerrara para juntarles en eternidad, en primaveras sin abril.
Porque mil veces podremos jugar a los desconocidos
y muchas más huir como un pájaro asustado
Pero sólo somos más ingenuos que la ilusión de un niño
frente a un karma que mil veces más nos cruzará los caminos.
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