Leandro, hoy estuve en tu casa junto a Sylvia, la prima, Katia, tu Tata y Osita. Te dejé la mayoría de los materiales de mañana sobre la mesa y esperé mucho que llegaras pero al llamar a tu papá me contó que venías durmiendo. Necesitaba mucho despedirme de ti para decirte que te amo, darte un beso y un abrazo con los que desearte una buena semana.
Voy en el bus escribiendo y me asiste la necesidad de despedirme porque hoy en la mesa hablamos mucho de los familiares que se han ido y quedé con la angustia que me produciría no poder verte nunca más. No es mucho lo que pudiera dejarte más que mi amor y mi recuerdo, algunas enseñanzas y estos escritos. Nunca te sientas solo, por lejos que estemos en el tiempo y en el espacio estoy contigo en la palabra, la obra y el pensamiento. Sé muy feliz porque desde que te conozco tu alegría siempre es mi objetivo y cada vez que aprecio tus dientes, tus margaritas y tus ojos de aceituna sonriendo entiendo que no lo he hecho tan mal.
Ama a tus padres, a tus tatas y a Sylvia. Cuídense con la prima y respétense por sobretodo. Recuérdame con el mismo amor que me mueve a escribir estas palabras.
Como cada día, te amo ❤.