Versos

"Yo no protesto pormigo porque soy muy poca cosa, reclamo porque a la fosa van las penas del mendigo. A Dios pongo por testigo de que no me deje mentir, no hace falta salir un metro fuera de la casa para ver lo que aquí nos pasa y el dolor que es el vivir." (Violeta Parra en Décimas, autobiografía en versos)

jueves, 24 de abril de 2025

Opinión: Tierra de Campeones por Diego Zúñiga

La vida de un niño víctima de abandono cambia rotundamente una vez que conoce el mar de las caletas cercanas a Iquique, Chile. Desde jugar con sus amigos a contener la respiración bajo las aguas del río Loa a usar esta particular habilidad dentro de las aguas marinas, el Chungungo Martínez, fanático del pugilato, se convierte en un heroico deportista de la caza submarina cuyas luces y sombras son relatadas en Tierra de Campeones, la novela que ha traído a los altos estantes de las librerías nacionales el nombre de su autor Diego Zúñiga. 

Con una delicada redacción, capaz de sintonizar pronto con la emotividad del lector, Tierra de Campeones detalla la esforzada de vida de un grupo de pescadores de Caleta Negra durante la segunda mitad del siglo XX en el norte chileno y las historias que se tejen alrededor: frío, sal, humedad y madrugada. Con los años y de la mano de su habilidad de arponero, el Chungungo Martínez debutará en las lides de la caza submarina con lo que conocerá el éxito, el fracaso y la disciplina. 

Destaca la capacidad de Diego Zúñiga de narrar con la debida épica el triunfo y el fracaso de un campeonato deportivo, conectando al lector chileno con el cariño y orgullo por su patria y recreando la génesis del fanatismo y cariño popular que surge en los pueblos por sus deportistas o artistas. 

Tierra de Campeones debió llamarse "Mar de Campeones" pues permite fácil zambullirse y sumergirse por horas en la emocionalidad y psicología del personaje, en su construcción, contradicciones, limitaciones y aspiraciones. Dada la debilidad de los autores nacionales por hacer coincidir sus relatos con los crímenes de la dictudura de Pinochet, el autor recurre a este hecho histórico, lo que a juicio del suscrito no permitió dar un cierre satisfactorio y claro a la novela. Fuera de ello, la historia es un encanto, una delicadeza que pareciera una esquela escrita con delicada caligrafía.