El Frente Amplio está en una
posición de negociación privilegiada, lo sabe y ejerce su poder exigiendo a
Alejandro Guillier que haga compromisos cuyo cumplimiento ellos tampoco podrían
garantizar en caso de que fueran gobierno, considerando la correlación de
fuerzas a nivel parlamentario. Es una posición algo caprichosa, una invitación
a la seducción de los votos que está fuera de todo análisis pragmático porque en
vez de entregar su apoyo en la segunda vuelta a quien pudiera ser un socio
político, debilitan su credibilidad y aumentan la posibilidad de que la derecha
vuelva al poder y dé pie atrás a los logros sociales alcanzados en esta
administración.
Algunos de los simpatizantes de
Beatriz Sánchez en primera instancia y en consecuencia del Frente Amplio,
piensan que Guillier no es de confiar, que representa a la Nueva Mayoría y a
todos los prejuicios que le atribuyen a la coalición gobernante y que en ese
sentido no irían a votar o preferirían hacerlo por Piñera, suponiendo que la
excandidata se volvería a presentar en cuatro años más a la Presidencia de
Chile, lo que si bien es una posibilidad, no se sabe si seguirá siéndolo en
cuatro años más dado los niveles de dinamismo que hoy tiene la política,
tampoco conocemos a ciencia cierta el desempeño legislativo que hará el Frente
Amplio con 20 diputados y 1 senador electo. ¿Quién hubiera pensado el nivel de votación de Beatriz
Sánchez el día en que la Presidenta Bachelet asumió el mando de la nación?
Nadie, ni ella misma.
En cuatro años pueden suceder
demasiadas cosas, surgir o caer muchos liderazgos por cuanto la invitación es a
actuar pensando en el presente, en las posibilidades ciertas y en la necesidad
de Chile de transitar hacia el reforzamiento de los derechos sociales que tiene
como fin último dar a las personas las herramientas necesarias para transformarse
a ellas mismas y por ende al país a través de la contribución que hagan desde
sus profesiones y oficios.
En caso de que en cuatro años más
el Frente Amplio sea coalición gobernante, tendrá mejor performance si comienza
con un grado de avance importante en derechos sociales posterior al Gobierno de Guillier que si por
omisión no evita el triunfo de Piñera.
No se trata de responsabilizar a
Beatriz Sánchez ni al Frente Amplio del resultado electoral del 17 de diciembre,
esa es tarea del candidato, sin embargo, están en política e inevitablemente tienen
una decisión que tomar, la que sí o sí tendrá consecuencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario