Versos

"Yo no protesto pormigo porque soy muy poca cosa, reclamo porque a la fosa van las penas del mendigo. A Dios pongo por testigo de que no me deje mentir, no hace falta salir un metro fuera de la casa para ver lo que aquí nos pasa y el dolor que es el vivir." (Violeta Parra en Décimas, autobiografía en versos)

sábado, 29 de marzo de 2014

¿Qué será, qué será?

Antes de olvidarlo, dejaré un registro del último sueño. Pantalones rojos vestían tus piernas, mi cama, cerca de las cinco de la tarde. Me senté al lado tuyo y me apoyé en ti. Tu nariz, que te distingue del resto y por tanto la amo, era protagonista. Yo lograba acariciarla con mi cara, circunscritos ambos en un acto de cariño, de sentirnos a través del rostro, mi pómulo izquierdo me hizo feliz cuando jugaba con tu nariz a comunicarse cosas que no logro entender.

No es la primera vez que relato estos sueños y que el subconsciente traiciona mi voluntad. Al parecer las decisiones que tomo despierto no surten efecto en las noches. Pero me gustó la idea de estar ahí en mi cama, en mi ciudad, con las puertas abiertas y querernos sin más complejos que la vida misma.

Eso en los sueños porque en tal vida misma las cosas son más bien distintas. Me he convencido de que la prioridad está en trabajar, en un lema como “Procuro cansarme, llegar a la noche apenas sin vida” para no pensar y no doler. Reprimir el deseo de amar sin ser amado es lo que hago desde que despierto hasta que me duermo, pero el subconsciente es más astuto y me hace actuar en escenas que no tendrían lugar sin haber nacido otra vez. De todas maneras, he aprendido a ser racional y encontrar explicaciones sensatas a lo que de primeras no entiendo. Ahora, dedicaré el resto del día a entender por qué me dijiste que soy lindo… algo que no soy y que no me hace falta reprimir. Ay, ¿qué será, que será?


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