Versos

"Yo no protesto pormigo porque soy muy poca cosa, reclamo porque a la fosa van las penas del mendigo. A Dios pongo por testigo de que no me deje mentir, no hace falta salir un metro fuera de la casa para ver lo que aquí nos pasa y el dolor que es el vivir." (Violeta Parra en Décimas, autobiografía en versos)

martes, 23 de julio de 2013

La libre canción

Estimado, escribir un blog es una actividad que conlleva riesgos. Escribir un blog como éste es un peligro siempre inminente sobretodo porque opté por el camino de la verdad, de ser yo y no un personaje anónimo que escribe escondido. Elegir escribir o y no a, por ejemplo. Quiero ser leído y el clisé de transformarse en un bloguero anónimo conocido es de tan mal gusto que no va conmigo. Carrie Bradshaw es ficción.

Los personajes y personas que acá habitan merecen una cuota de respeto pese a que a veces lo falté de sobremanera y pido las disculpas por las incomodidades. De todas formas, mientras no me lo digan expresamente, no me detendré y será esta entrada una más donde corra el riesgo que conlleva cantar mi libre canción.

Creo que en la vida la eternidad es efímera, es decir, lo que ayer creí que era para siempre hoy se confirma como un momento finito más, tal cual es la naturaleza del ser humano. Ayer o mejor dicho, meses atrás yo me sentía enamorado y no sé bien si lo estaba, pero si me lo hubiera cuestionado entonces lo habría confirmado sin pensarlo (los enamorados no piensan mucho las cosas). Eso es sólo una introducción, no pretendo elaborar una triste perorata para desprestigiar a este sentimiento universal porque reluciría mi mala suerte y falta de cariño ¡qué triste! Y bueno, ya no te quiero, ni te estimo, ni te nada, ese estimado que escribí allá arriba es una mera formalidad; ayer y  desde hace bastante tiempo que leo tu muro de Facebook y no se me revuelve el estómago pensando en que vas a estar en alguna relación o enviándote corazones con tus amigas y las amigas de tus amigas, miro tus fotos y siento sueño de ver en todas ellas a las mismas personas haciendo las mismas cosas, leo los mismos estados celebrando las mismas fiestas vacías de siempre. Parece que quiero a otro(s) con un poco más de intensidad que en condiciones de normal salud mental o tal vez he vuelto a pensar que debería quererme un poco más a mí (es cíclico).

Esto es un final y para ti puede ser el término de una situación incómoda pero seductora, el fin que esperabas desde los días de junio del año pasado, y quién sabe si te entristece, a mí ya no me incumbe saberlo. Tampoco digo que te odie o que ya no me simpatices, es sólo que ya no voy a seguir fingiendo ni forzando sonrisas y situaciones que nunca debieron ser, pero a lo hecho, pecho. Esto es un final. Y para mí es un imperativo moral zanjar este entuerto por la vía que nació junto a mi cobardía y valentía; el narcisismo me exige que pueda sentirme más libre incluso de mí. Se acabó y como todo muerto, seremos de a poco un breve recuerdo: las coincidencias, las peleas, los abrazos, las miradas, los amigos, los mensajes, la fe, los poemas, las canciones y mi dolor. Todo reductible a un trozo de memoria que desea borrarse como en el Eterno resplandor de una mente sin recuerdos.

Y como no soy malagradecido, gracias por ser mi primera libre canción y no aniquilar mis intentos en ciernes. ¡Suerte!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario