Ella es Sylvia Castillo.
Una tía de amistades,
Es más como una abuela mía,
Que la tía de mi padre.
Ella es una mujer aguerrida,
Una hembra que aunque cansada, respira.
Una hembra compleja, pero que logra
Resolverse siempre antes del que la analiza.
Da amistades y las quita.
Una dama madura que todo enseña,
Que ama a las yerbas de su casta,
Y a mí me hace sentir dentro de ella.
La Silví observa y mira,
Desde sus lentes que la hacen entera.
Y me comenta cosas que yo no veo,
Porque las narra con una ternura inmensa.
Qué más quiero que escribirle este poema,
Que darle un abrazo, una sonrisa.
Quiero decirle que me sincero
Y que no la considero
Como una tía abuela, sino
Como a una tía amiga.