Versos

"Yo no protesto pormigo porque soy muy poca cosa, reclamo porque a la fosa van las penas del mendigo. A Dios pongo por testigo de que no me deje mentir, no hace falta salir un metro fuera de la casa para ver lo que aquí nos pasa y el dolor que es el vivir." (Violeta Parra en Décimas, autobiografía en versos)

lunes, 29 de enero de 2024

Opinión: El príncipe y el mendigo por Mark Twain

Publicada en 1881, la novela “El príncipe y el mendigo” de Mark Twain[1] narra las peripecias y desventuras que corren el mendigo Tom Canty y el Príncipe Eduardo de Gales. De parecido semblante, ambos niños poseídos por su nobleza e inocencia deciden intercambiar sus papeles diametralmente opuestos, sin pensar que el primer juego de roles de la literatura universal se les saldría de las manos.

Si bien esta novela hasta hace veinte o quince años era parte de los planes de estudios de las escuelas chilenas, hoy se vuelve algo impensado recomendarla como literatura infantil por las altas escenas de violencia que contiene, fuera de la traducción del inglés de la Edad Moderna que hace la lectura algo más lenta.

Fuera de lo anterior, El príncipe y el mendigo entrega y refleja los valores de la lealtad, la nobleza y justicia, sin dejar de lado la profunda inocencia de una mente infantil. Asimismo, pone sobre la mesa las injustas y regresivas leyes de la Inglaterra de 1547, sus profundas inequidades y desigualdades para perseguir los delitos de ricos y de pobres, así como lo más terrible: el abuso infantil. Niños obligados a mendigar so pena de severas reprimendas por parte de sus padres. Todo ello, en alto contraste con la histórica comodidad y lujo de la monarquía británica, llena de banquetes, simbolismos y reverencias frente a un bajo pueblo pobre y vulnerable.

Recomendado para adolescentes y amantes de la novela histórica. Este libro está disponible en formato electrónico o e-book.

 



[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Mark_Twain


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