Versos

"Yo no protesto pormigo porque soy muy poca cosa, reclamo porque a la fosa van las penas del mendigo. A Dios pongo por testigo de que no me deje mentir, no hace falta salir un metro fuera de la casa para ver lo que aquí nos pasa y el dolor que es el vivir." (Violeta Parra en Décimas, autobiografía en versos)

viernes, 23 de agosto de 2013

El Vicepresidente

Y pensar que lo tuve en mi departamento un día de lluvia para entrevistarlo y no fue un sueño. Debió haber sido de las primeras lluvias de 2013 el día en que nos solicitó que lo entrevistáramos. La radio aún no tenía un lugar fijo para las grabaciones y junto a mi compañera de labores lo invitamos a nuestra morada: nuestro vicepresidente de la FECh se sacaba la chaqueta y nos conversaba de cualquier cosa que pudiera romper el hielo. De todas maneras, frío hacía afuera, dentro era lo que menos había. Un lindo. 

Nuestra labor era hacerle preguntas políticas pero terminamos en una conversación de cosas del bajo vientre con cosas al nivel de si había pololeado, si se consideraba galán, su signo y cómo le gustaban las mujeres. Pero no voy a desmerecer nuestro empeño, de política universitaria también hablamos un montón. De pronto, como un niño coqueto que no sabía coquetearle a mi compañera, conversaba y dibujaba a un hombre sentado a través de un arte bastante abstracto. Tomaba té. 

Lo conocí o más bien lo vi por primera vez cuando fue a hacer campaña a un foro de mi universidad. Políticamente no me es afín, pero en su discurso se notaba preparación, lectura y en su impronta frente a la audiencia vertía rudeza, la rudeza que el electorado le exigía a sus candidatos para enfrentar sus demandas al gobierno. Sus brazos peludos lo ayudaron un montón y es que los votantes correlacionamos ser velludo a ser… cómo decirlo. Homenaje. 

Pasadas las semanas llegaron las elecciones a la mesa de la federación y los votos a su lista lo empinaron al segundo lugar. Con la radio nos ubicamos de la manera en que pudimos en la FECh para tener acceso a las primeras impresiones de vencedores y vencidos, sin embargo, para Luchar los resultados fueron una grata sorpresa tras desplazar a las Juventudes Comunistas al tercer lugar. Éramos una radio estudiantil emergente que transmitía a través de un notebook y las fallas técnicas eran recurrentes pero nos sentíamos en la gloria. Para no olvidar jamás una de las experiencias universitarias más enriquecedoras de mi paso por la Universidad de Chile. En plenas transmisiones, alguien del equipo se acerca a la caseta de transmisiones para avisar que venía el electo vicepresidente a darnos una entrevista. Él no lo sabe, pero yo gocé con esa noticia. Darle la mano, saludarlo y conversar aunque fueran cinco minutos, de a poco comenzaba a caminar mi amor platónico. Pasaron los días y meses quizás hasta que me dijeron que el vicepresidente creía necesario volver a realizar una entrevista. Elegimos el día más lluvioso para concertar el encuentro. Mi amor platónico tocó techo cuando abrí la puerta del departamento y lo encontré sacándose la chaqueta mojada y el frío del otoño; se había adelantado. Aunque sé que siempre estuvo interesado en mi compañera de labores, lo seguí deseando porque finalmente era un amor platónico y a estos amores uno está obligado a permitirles ese tipo de licencias. 

A veces interactuamos por redes sociales, una vez por ejemplo, le dijo a sus amigos de Facebook que a aquel o aquella que supiera el nombre de los personajes de Aquelarre a los que le dedicaban la canción Conociéndote de Banana, le invitaría a una cerveza. Fui el primer en contestar acertadamente y le exigí que cumpliera su palabra; pese a que asintió pronto olvidó cumplir con su palabra y yo comenzaba a sentir que la comunista Rebeca Gaete habría sido mejor vicepresidenta de la federación. Repudio, Fabián. Eso no se hace.

De vez en cuando voy a escuchar las discusiones que se dan en el Pleno FECh y aprovecho de verlo en vivo y en directo, me pregunto si se acordará de haber quebrantado su palabra y su honor. Yo no, tengo esa herida abierta aún y a veces sufro. En un sueño, al menos, me besó cuando caminaba en unas calles con elementos de Copiapó y Santiago y la luz tenue de los postes pintaba naranjo el panorama. Golpeé una puerta buscando una fiesta y mientras esperaba que abrieran llegó el vicepresidente Fabián sin polera y con un corazón rojinegro tatuado en su pecho también a golpear la puerta de la misma fiesta pero prefirió fundirse en un memorable ósculo conmigo. Homenaje a sus besos de ensueño.

Y bueno, yo lo banco aunque sea de Luchar, de Colo Colo y odie a mi querida Michelle Bachelet. Es el más guapo de la mesa de la federación. Utiliza el Repudio y el Homenaje. Yo creo que a veces escribe en el Noesnalaferia respecto de los actores y teleseries, tema en lo que es muy ducho. No tengo valor para encararlo y pedirle mi cerveza, su figura primitiva me atemoriza aunque sé que en el fondo es un tierno (ojalá que no tenga en su pieza un montón de peluches como Gabriel Boric porque es lo más repudiable y matapasiones que hay). A meses de las elecciones de la FECh figura como una de las cartas ganadoras de la mesa y lo creo ganador. Sólo espero que en el Congreso Refundacional de la federación no se vote mesa de lista cerrada porque si gana Luchar, Fabiancito liderará la revolución y dejará de ser mi ultrón favorito.

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