Versos

"Yo no protesto pormigo porque soy muy poca cosa, reclamo porque a la fosa van las penas del mendigo. A Dios pongo por testigo de que no me deje mentir, no hace falta salir un metro fuera de la casa para ver lo que aquí nos pasa y el dolor que es el vivir." (Violeta Parra en Décimas, autobiografía en versos)

lunes, 13 de junio de 2022

Opinión: Violeta por Isabel Allende

Violeta (2022) es la última novela de la escritora Isabel Allende a través de la cual narra la vida de una mujer cuya particularidad fue nacer durante la pandemia de la gripe española y morir durante el azote mundial del Covid-19.

La protagonista de esta novela es Violeta del Valle, quien -como se puede esperar en cien años- vivirá una montaña de picos y valles muy pronunciados, alegrías y pérdidas claves que forjarán su carácter y, se rodeará de personajes tan entrañables como reprochables que tal como llegarán se irán y cuyas acciones se enmarcarán siempre dentro del marco político y social del siglo XX latinoamericano. Desde su niñez, Violeta del Valle enfrentará episodios determinantes como la muerte de su padre y la ruina económica de su familia, y será marcada por su relación con su institutriz inglesa Miss Taylor y con su madre enfermiza de quien nunca tuvo otra imagen. 

En Violeta no hay una mención directa al espacio en que se desarrolla la historia, no obstante, todas las pistas conducen a Chile a raíz de las claves históricas y geográficas entregadas, de hecho, se conservan ciertas estructuras narrativas propias de Isabel Allende, como lo es la familia aristócrata Del Valle que vive en un caserón del centro de la capital del país aunque esta vez con menor presencia del realismo mágico. 

Se puede apreciar además, que la autora nos presentará a los personajes secundarios con roles subsidiarios puesto que enriquecerán la historia en la medida que sean relevantes para ella, pero cuando dejen de serlo, los eliminará antes de que logren suscitar un mayor interés del lector. También, en los aspectos técnicos de la novela, se puede apreciar una ejercitada capacidad de síntesis al narrar sólo ciertos episodios de la vida de la protagonista pero que fueron claves en su destino, evitando ahondar en historias sin mayor sentido narrativo, como solía hacer en otras novelas (Eva Luna o El Plan Infinito). Esta eficiencia le permite contar con pocas palabras y en breves líneas la vida de los personajes secundarios sin defraudar en emoción y suspenso, como ocurrió con Miss Taylor, su querida institutriz inglesa.

Aún en lo técnico, la novela guarda un tinte epistolar puesto que en distintas ocasiones pero con más acento en el final de la narración, ésta es dirigida al sacerdote jesuíta Camilo, nieto de Violeta. Este estilo se vio también en la novela autobiográfica Paula (1994) y La suma de los días (2007) y mantiene en su relato cadencia y eufonía, lo que permite concentrarse en la historia y aumentar la velocidad de la lectura.

En cuanto a temáticas, Isabel Allende invita a su lectorado a conocer mejor la tan romantizada vida campestre y la retrata con la calidez y crudeza que la envuelve, en paisajes fríos, húmedos y donde la civilización capitalina es un concepto demasiado abstracto para los locales y la gente ligada a la tierra. También nos muestra el campo de provincias alejadas como el paraje preferido de los aristócratas caídos en ruina, quienes luego de la vergüenza de la quiebra buscan con las artimañas burocráticas propias del siglo XX comenzar de cero con nuevas identidades alejados de sus acreedores. 

Otra temática relevante que abarca esta novela es el desarrollo de relaciones sentimentales tóxicas, que antes se disfrazaban como apasionadas o intensas: el mal querer. Violeta formará pareja con un inescrupuloso Julián Bravo, dueño de belleza y capacidad seductora pero también de muchos defectos y negocios sucios. Por años permanecerá con él sumida en una relación de pasiones bajas, violencias, y manipulaciones. Este tópico es el punto de inflexión en la evolución del personaje protagónico, lo cual es importantísimo al hablar de una novela que narra los cien años de una mujer. La violencia disfrazada de pasión erótica, y la manipulación machista de Julián Bravo fueron hechos que la protagonista optó por soportar durante años pese a que ello significó el deterioro la relación con sus hijos y el deterioro de los mismos, pero no veremos un cambio de conducta en la protagonista hasta que la vida le pase una dolorosa factura. Esa decisión de mantener una relación tóxica por el bien mayor de la familia que no existía es la que justamente muchas personas, en especial, mujeres, sostienen en sus familias, con sus parejas, con sus trabajos, con sus padres cuando fracasa la propia validación y el autoestima. 

Violeta no es una protagonista habitual en la literatura de Allende; es una mujer de derecha, más racional que apasionada, hábil empresaria que se acomodaba en la conveniencia de la ignorancia bajo la sombra de la dictadura. Madre, abuela, sobrina y amiga. También, acompañada de sus recurrentes personajes de apoyo como su nana, el entrañable Torito y un amante leal a toda prueba. En estos personajes, se puede apreciar tangencialmente otros temas interesantes como el amor lésbico en el siglo XX, la otrora Iglesia Católica al servicio de los perseguidos por la dictadura, la compleja educación rural, la solidaridad latina, las impunes colonias alemanas y la drogadicción. 

Si bien Violeta no es una obra icónica en la literatura de Isabel Allende, logra transmitir al lectorado la madurez y muñeca que ha logrado la escritora a lo largo de su carrera así como su capacidad de adaptar sus ideas a la actualidad, en que hasta donde sé, a nadie se le había ocurrido narrar la historia de una mujer que vive y muere en medio de pandemias asoladoras integrando con habilidad las relevantes temáticas sociales y culturales de los últimos cien años. Punto para la originalidad. 

Este libro está disponible en formato e-book.

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