Versos

"Yo no protesto pormigo porque soy muy poca cosa, reclamo porque a la fosa van las penas del mendigo. A Dios pongo por testigo de que no me deje mentir, no hace falta salir un metro fuera de la casa para ver lo que aquí nos pasa y el dolor que es el vivir." (Violeta Parra en Décimas, autobiografía en versos)

miércoles, 2 de mayo de 2012

Argentina: el llamado a la reivindicación latinoamericana

Esta entrada la quería escribir desde hace un tiempo, desde que al son de la noticia me surgió la inquietud acerca de si un nuevo hito internacional estaba naciendo y marcando un necesario -a mí parecer- punto de inflexión en América Latina. Debido a la vejez relativa de la información temo que esta opinión se interprete anacrónica, pero no fuera de contexto. No la he cambiado en ninguno de sus aspectos.

En menos de seis meses el gobierno argentino se enfrentó cara a cara con dos naciones europeas. Por una parte, reivindicó como legítimas las pretensiones de su estado para con la recuperación de las Islas Malvinas. En su estilo peronista suscitó la atención de los medios argentinos e internacionales, el tono de voz en las cadenas televisivas y radiales de la presidenta Fernández que mostraba un arrojo de imitar y una decisión a recuperar las islas en el corto plazo (en este periodo presidencial). De a poco y no consiguiendo muchas respuestas de David Cameron se le fue bajando el tono al conflicto. 

Pero el gobierno argentino no se quedó con eso, fue por más y concretamente. Hace casi un mes anunció la expropiación y postrera nacionalización de la petrolera YPF cuya gerencia y propiedad pertenecía, entonces, a una empresa española. Fernández consiguió el apoyo unánime del Congreso argentino y la nacionalización del 50,01% del petróleo ya es casi un hecho.

Más allá de las repercusiones de estos anuncios y las enérgicas respuestas del gobierno español (más amenazas que otra cosa), la reflexión que me cabe hacer es que visualizo a una Argentina dando el paso que nadie en la región ha querido dar. El paso que marca el fin de tanta obediencia al Consenso de Washington y que busca reposicionar a América Latina como un continente de países autónomos y descolonizados. Al menos, se puede entrever que Argentina esta vez no tomó una decisión con un análisis somero, sino que al contrario, tanteó el terreno del adversario y lo halló frágil, dominable, blando. En todo caso, el mundo entero lo pudo ver; la crisis de crisis económicas que azota a Europa no deja a alguno de sus países en pie de dar una batalla por dos frentes y con una balcanización tal que hay más recelo que confianza, más que temer que aliados. Ni Estados Unidos respaldó a España más de un día. Y cabe hacer la señalización pertinente de por qué este conflicto entre un Estado y una empresa extranjera se lleva a niveles de conflictos entre Estados. Esto puesto que el Estado de España tomó a título "personal" este, para ellos, desafío que Argentina vino a plantearles. Si ya los españoles estaban recortando el gasto público para reducir el déficit fiscal, dejar de recibir ingresos por impuestos a Repsol en YPF les resulta un ataque cada vez más cerca del Talón de Aquiles, un golpe a su estrategia cuyo planificador no tuvo la capacidad de avistar. Sin embargo, Argentina no dará pie atrás en sus actos y esto es algo que podría decir hasta científicamente en términos predictivos. 

Culturalmente, los argentinos se creen el cuento y aman a sus líderes peronistas (basta con leer los tweets de la presidenta Cristina). Puede que administrando estos nuevos recursos no lo hagan con la misma eficiencia ni gerencialismo que una empresa privada, pero ya el paso dado demuestra que están dispuestos a  asumir los costos y sacar su nación adelante con trabajo argentino, con su propia creación de valor. El pie que estaba pisando a Argentina perdió fuerza, comenzó a cojear y ésta se estabilizó, creció para ponerse de pie y ver frente a frente a su antiguo dominador y colonizador, quizá desde más arriba. 

Lamentablemente, el gobierno que me administra decidió dar la espalda a su vecino en momentos que necesita apoyo efectivo. El gobierno chileno no encontró decisión mejor que seguir con una política egoísta prefiriendo conflicto por sobre cooperación; pero como he manifestado antes, es un gobierno de derecha democráticamente electo y no podemos pedirle que actúe como de izquierda. El presidente colombiano por su país aseguró que en Colombia ningún gobierno iba a expropiar a las empresas, que fueran a invertir en paz, que siguen conformes con ingresos por impuesto que ingresos por utilidades de empresas públicas. Ciertamente en estos dos gobiernos no han advertido el mensaje que Argentina está transmitiendo a la región o no se están defendiendo los recursos nacionales para los nacionales.  No es el caso de Bolivia que el día de ayer anunciara la expropiación a una empresa española (otra vez) de electricidad para luego nacionalizar el bien. 

Quiero ser claro en mi opinión. Si existen Estados que no se han parado del piso en que los dejó el colonizador puede ser por dos motivos incluyentes: o les gusta estar en el piso, o bien les gusta mirar  de frente a su colonizador.

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